01 . 𝙈𝙚𝙧𝙧𝙮 𝘾𝙝𝙧𝙞𝙨𝙩𝙢𝙖𝙨

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La navidad es una época del año que realmente detesto. Desde siempre me ha parecido algo insensato y no es por más pues ¿Qué sentido tiene que un montón de gente se reúna a comer y regalarse cosas que luego votarán? No sirve de nada realmente, peor aún cuando usan cohetes, fuegos pirotécnicos o demás, un asco de personas. ¿No piensan en los pobres animales a los que les lástima esto?

Una fecha que aborrezco desde que tengo memoria, pero claro debe estar que no es esa la única razón por la que he de odiar la festividad. Con nueve y tanto color rojo por todos lados, admito que alguna vez llamo mi atención, sin embargo siempre acaba igual.

Mamá y papá nunca están en casa, típico. Se van de viaje de mes en mes, un día están y luego pueden irse durante un año incluso, ¿Cuantas navidades he pasado a su lado? Más de una no creo. Saben, si llego a recordar bien incluso ni siquiera llegaban a celebrar aquella fecha, siempre trabajando sin descansó alguno por ese estúpido vicio suyo de tener dinero a montones para luego gastarlo estúpidamente y aún con todo ese dineral nunca se dignaron en comprar un arbolito o regalos, ni una pluma.

¿Pero qué más da?, este sería un año como muchos más que ya he vivido sin el cariño de una familia que te apoye incondicionalmente, "en las buenas y en las malas", pero ni a una presentación de clases importante asistieron en todo lo de vida que llevo hasta ahora. De todos modos no tenía importancia alguna actualmente, solo debía de esperar a que pasarán de las doce de la noche, hasta que esos horribles pirotécnicos cesarán y podría dormir en total paz.

La Academia a la que voy realiza una clase de reunión un par de días antes de navidad, antes de las vacaciones de invierno, algo que al menos era bueno para mi fría cabeza.

Por alguna razón me causaba grima el ver tantas coronas de adviento en las puertas decoradas de los salones, árboles navideños por algunos rincones y campanas ruidosas, un asco... Sin embargo algo afortunado era que en mi salón no pondrían tan estúpida decoración, todos tan flojos que no pondrían ni un ramillete en la puerta, pff.

Oh, pero que ingrata fue mi sorpresa cuando al entrar por la puerta rojiza las ventanas tenían copos de nieve hechos con papel pegados, el pizarrón y escritorio del profesor con flores rojas, muñecos de nieve... ¡Hasta un punto árbol en el rincón!, ¿Qué mierda había pasado?

- ¡Llegó Noah!, ayudanos a colocar la corona de adviento en la puerta, ¿puedes? -

Mierda. Sadie y Katie, dos chicas nuevas que habían entrado apenas esté año, había olvidado que tenían ese estúpido espíritu entusiasta sumado a su ridícula emoción por fechas totalmente equis, así como la pascua, San Valentín, el día de muertos o cosas así, era un dolor de cabeza con boca y pies.

¿Ahora debía de ser yo quien ayudará a su ridícula decoración?, en absoluto, me negaría por siempre a si quiera tocar algún adorno de esos que tanto odio me causaban, pero claro, ellas no sabrían de ello jamás.

- Ehh... No gracias. -

Juro que casi tiro esa cosa al suelo, pero la dejé en un pupitre al lado de la puerta mientras iba a mi lugar. Era raro ver tanto espíritu navideño en este lugar, todos los años siempre había estado carente de adornos hasta este entonces, sin embargo, tampoco es como que a todos aquí les disgustara colaborar con esa festividad. Probablemente solo necesitaban un empujón hacía volverse fanáticos de la Navidad y ese par de amigas lo habían dado.

Puedo apostar a que la mayoría me miró mal tras tal comentario de mi parte, pero me daba totalmente igual. Escuché quizás algún que otro quejido o murmuro de odio por mi actitud, cuando ellos eran totalmente despectivos con esto años atras, unos bipolares.

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