Amor Y Sangre

Capítulo 3 "Encuentro rojo"

Él la acecha entre la sombras, sabe que estos barrios están muy poco transitados así que pronto estará sola. Su sed de sangre lo controla, desea a ese delicioso cuello joven. Sus manos tiemblan, suda frío, la observa correr entre las calles oscuras y desahavitadas, está consciente de que es más rápido.

Se abalanza sobre aquel débil cuerpo, la chica grita. Ahora se encuentra sobre ella, sus respiraciones casi se vuelven una, puede escuchar los latidos alterados de su corazón. Desliza la mirada hacia el cuello, él acerca la cabeza, ya imagina la sangre en sus colmillos.

-H-Hola, soy Amy ...heeee llévame a comer primero, no?

Él se detiene, la mira confuso

-¡Heyyy!, ¿estás ahí? ¿Te arruiné el rollo?

Nunca nadie había actuado de esa forma, era algo mágico...

-Y todo el mundo sabe que esa zorra lleva rellenos.

...de seguro estaba loca.

-y puedes creer que tropezé, enserio yo, delante de Erick.

Separa su torso de ella sin salir de encima de su cuerpo, piensa en si matar a alguien psiquiátrico sea algo correcto.

Ella suspira.

-Y bueno esa fue la historia de mi vida, por cierto... ¿te llamabas?

Amy acerca su cara a la del extraño con fin de ver su respuesta, el chico se pone nervioso, la mira fijamente y le dice:

-Q-quiero morderte.

En ella se mezclan sentimientos de confusión y vergüenza. Lo abofetea. Hace confundir más al joven haciendo que ponga una cara extraña.
-Voy a morderte.
La sujeta contra el suelo, la chica entra en pánico, grita.

Se escuchan unos pasos veloces, el desconocido se levanta y escapa entre las mismas sombras por donde vino.

-¡Amy!-dice una voz conocida

Ella se incorpora.

-¿Erick?

-¿Estás bien? ¿quién era ese?

No sabe que contestar, responde confundida:

-S-Solo q-q-quiero irme a ca-a-asa.

-¿Enserio estás bien?, Pareces asustada, si quieres yo puedo...

Amy interrumpe:
-No te preocupes, puedo ir sola.

Erick aclara su voz.
-P-Perdón por lo que pasó antes, aveces Vic suele ser pesada. Me preocupé que andaras sola por estas calles, ¿segura que no quieres que te acompañe?.

-No-le responde.

Luego se voltea y marcha rumbo a su casa, arrepentida de lo que acaba de decir.