El oscuro corazón de la reina (Daemyra) (Dark Rhaenyra)

Capítulo II

Hola a todos! Acá la segunda parte de esta mini historia de Rhaenyra muy oscura y Dark Romance. Esta vez es el escape de Daemon. Aunque tal vez no dure mucho.

Es una historia muy oscura, así que tengan cuidado al leer.

No olviden comentar y votar.

Besos y abrazos.

Daemon intentó dormirse pensando en ese día, no sabía si era de día o de noche, hace mucho ya que sus ojos no veían la luz del sol.

Solo sabía que necesitaba descansar, ella más temprano que tarde lo llamaría, y si él, por cansancio o ira no ''le respondía'' como ella quería en la cama, lo haría sufrir de alguna manera.

Acostumbrado a la guerra, a los exilios, a ser el rechazado de su familia, no debería asustarse por el sufrimiento, pero en sus manos había aprendido de primera mano lo que era el temor.

Nunca pensó que alguien lo quebraría, ni siquiera la idea de morir lo asustaba, pero la ira de su dulce sobrinita, lo asustaba.

Escuchó gritos en el pasillo y se preguntó que pasaba, escuchaba a la guardia gritar, intentó abrir los ojos, pero una herida particularmente fea en el borde de su ojo le impedía y él no quería luchar contra su cansancio.

Un guardia entró al lugar, él abrió los ojos dispuesto a mirarlo con desafío, aunque sabía de sobra que ellos notaban su ansiedad y temor. Su orgullo ni siquiera podía protegerlo de la reacción natural de su cuerpo.

- ¿Mi príncipe?- preguntó una voz conocida, él lo conocía, Harwin Strong, uno de sus más leales amigos.

¿Ahora era aliado de Rhaenyra?

- Mi príncipe, no tenemos tiempo, debemos salir de acá- dijo Harwin avanzando hacia el príncipe y tomándolo del brazo.

Él se sorprendió y asustó por su agarre, pero luego caminó a su lado.

- ¿Harwin? ¿Qué haces acá? ¿Ella te ha enviado?- preguntó él confundido, y trastabilló al caminar pues su cuerpo estaba demasiado cansado.

- Mi príncipe, no tenemos tiempo- dijo Harwin pasando el brazo del príncipe por su cuello y agarrándolo de la cintura para mantenerlo de pie.

Daemon lo miró confundido ¿A dónde lo llevaba? ¿En qué minuto había roto sus cadenas? ¿Estaba encadenado? ¿O ese día lo habían dejado sin cadenas?

No, ella le había permitido tomar un baño, aún no llegaban a encadenarlo. Por eso él no había tenido que romper sus cadenas.

Sintió ruido, espadas chocando, gritos, caos y Harwin avanzando con él por los pasillos.

Vio sangre, shock y solo podía preguntarse ¿Dónde estaba Rhaenyra? ¿Ella estaba bien?

- ¿Rhaenyra?- preguntó Daemon confundido, preocupado por ella a pesar de que no debería hacerlo.

- La reina está bien, tomamos el palacio cuando ella no estaba, pero no tenemos tiempo, pronto ella y su dragón llegarán- dijo Harwin sabiendo que sus hombres podían con un ejército, pero no con un dragón.

Daemon hizo ademán de retroceder cuando la luz de la luna comenzó a filtrarse por los pasillos que daban al jardín.

- ¿Mi príncipe?- preguntó Harwin mirándolo- ¿Mi príncipe que sucede?- preguntó él sosteniéndolo con fuerza.

Daemon intentó acostumbrar sus ojos a la luz del sol nuevamente, intentó acostumbrar sus ojos a lo que hace tanto no veía, pero entonces su respiración se agitó, sus ojos dolieron, y se desmayó al darse cuenta de que estaba siendo rescatado, de que por fin saldría de allí.