Epílogo.

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Narrador
-Miguel/Mike-

Ay, el amor podría definirse como una montaña rusa de emociones; a veces estás tocando el cielo y a veces caes en picada. También existe la posibilidad de que los vagones se descarrilen y lo único que obtengas sea una muerte segura, o algún trauma, si te va bien.

La vida con mi psicólogo ha resultado excelente, ya que nos dimos el tiempo de "conocernos" y retomar nuestra relación desde cero, siendo una pareja más saludable, sobre todo yo. Seguí yendo a terapia con Lillian y mi mejoría lo notaron mis amigos, al igual que mis padres.

Por parte de Ari, él decidió arreglarse con su pasado. Primeramente visitó a su madre en prisión, pero ella no quería verlo después de "traicionarla".

De todas formas sí hablaron, al menos fue lo que me contó él.

-Narrador omnisciente-

—Hola, mamá.

—Pero si es el peor hijo del mundo —dijo ella y tomó asiento frente al de ojos heterocromáticos—. ¿Qué haces aquí, Gonzalo?

—V-vine a verte, al fin y al cabo sigues siendo parte de mi familia —contestó.

—Pensé que estarías feliz con ese niño.

—Pues sí lo soy.

—¿Entonces? ¿Hay algo que vengas a decirme?

—Ehh... Q-que te perdono, mamá —declaró y tomó una posición firme—. A pesar de que me amenazaste con hacerme lo mismo que a mi papá, de golpearme las veces que se te diera la gana en mi infancia, d-de arrebatarle la vida a quien menos lo merecía y muchas cosas más... Todavía te tengo cierto afecto, porque sé que no eras así —pasó saliva—. No entiendo qué pasó para que ya no fueras la chica cariñosa que un día encantó a papá.

—Ajá, ¿¡Y crees que yo quiero tu perdón!?

—Tal vez no —se levantó de la silla—, solo queda a tu criterio. Adiós, esta será la última vez que me veas, mamá.

Dicho eso, el especialista salió de la cárcel y Elizabeth tuvo bastante tiempo para reflexionar.
Fue apresurado, pero su muerte llegó gracias a unas internas que repitieron los abusos hacia su hijo con ella.

Narrador
-Miguel/Mike-

Ari asistió al reconocimiento del cuerpo de la señora y este fue cremado a petición de él, sin embargo, no se quedó con las cenizas. En su lugar, las reclamó otra de sus tías y al menos sabemos que está en "buenas manos", por decirlo así.

Otra cosa es que igual visitó a su padre en un lugar muy especial, ya que se trataba de unos nichos¹. En uno de esos espacios, Ari reconoció el de Rafael y la arregló tras pasar varios años sin darle mantenimiento.
Nos quedamos ahí un rato mientras escuchaba disculpas y sollozos, pues aún dolía que un padre tan maravilloso ya no se encontrara entre nosotros. Después regresamos a casa y el trayecto fue bastante silencioso.

[...]

¿Cuánto ha pasado desde que nuestra relación empezó? Bueno, actualmente tengo 33 años y Ari ya cuenta con 52 años de edad, o sea, 12 años de estar formalmente juntos.
La verdad fue un impacto muy grande cuando los festejamos, debido a que el tiempo se va volando al divertirse y no me agrada que mi esposo se vuelva cada vez más mayor.

Oh, sí, él y yo nos casamos, pero lo hicimos al cabo de dos años como novios; ahora portamos un verdadero anillo de bodas en nuestros dedos anulares.

Mi Psicólogo (Mikerap)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora