Naruto: Promesa

Cap 1- Destrucción

Aldea de Konoha - 10 de octubre.

Hoy era un día especial, hoy nacería el hijo del cuarto Hokage de la aldea de la hoja, Minato Namikaze, quien se encontraba dentro de su oficina, aguantando su felicidad, era temprano, y según los informes de salud de su esposa, Kushina Uzumaki, el bebé nacería hoy por la noche.

Ordenó su oficina y guardó todos los documentos que revisaría mañana una vez que su hijo naciera y pusiera a su ahora formada familia segura, sabía que eran un blanco fácil de la multitud de enemigos que él poseía. Una vez terminó se dirigió a donde se llevaría a cabo el parto, en un lugar un poco alejado de la aldea por seguridad.

-Un par de horas más tarde-

Todo estaba listo para el parto, una cámara bien protegida por dentro, siendo custodiada a fuera por una docena de anbus, entre ellos el último estudiante de Minato, Kakashi Hatake, quien juró cuidar la vida de su sensei, la esposa de su sensei, y ahora al hijo de su sensei. Dentro de la cámara se encontraban Minato quien durante el parto se encargaría de vigilar y estabilizar el sello que suprimía al Kyubi la bestia con cola que Kushina poseía en su interior. Hiruzen cuidando la entrada y su esposa Biwako siendo la encargada de llevar a cabo el parto.

-Después del parto-

-M-mi bebé, N-Naruto- una cansada pero feliz Kushina observó a su pequeño hijo Naruto siendo cargado por Biwako al costado suyo quien le ofreció cargarlo, la felicidad de cargar por primera vez a su hijo, acompañada por el amor de su vida fue suficiente motivo para hacerla llorar de alegría, Minato se encontraba de la misma forma, finalmente habían creado una familia, tenían a un niño al cual mimarían con mucho amor y cuidarían con sus vidas, este pensamiento mutuo entre la pareja terminó en un cálido abrazo familiar, el primero de todos los que vendrían después... lastimosamente no sería así.

Una fuerte explosión y una serie de gritos comenzaron a escucharse fuera de la cámara, parecía una feroz lucha.

-¡¿Qué fue eso?!- gritó agitado Minato al escuchar el alboroto, rápidamente encargó a Hiruzen cuidar de su familia mientras él salía a investigar, encontrándose fuera con la mitad de anbus tirados en el suelo con marcas de quemaduras y llenos de cortes, el resto peleando con 3 tipos cubiertos con capuchas, uno con una máscara naranja en espiral, otro con una gran espada en su espalda, el último parecía un muerto por el color de piel de sus manos, a ninguno se le notaba la cara.

-¡Sensei, estos tipos atacaron de repente!- Kakashi gritó con Raikiri en mano, apuñalando al aparente muerto, dejando clavado su brazo lleno de electricidad, pero su oponente pareció intacto, liberándose de él con una fuerte patada que lo mandó a estrellar contra un árbol.

Los demás anbus restantes lograron herir al de la gran espada y dejar un poco cansado al aparente muerto, pero siendo derrotados por la intervención del enmascarado, quien parecía ser intangible.

Minato no preguntó y en cuestión de segundos ya estaba detrás del enmascarado, pero siendo evitado, quien corrió hacia el interior de la cámara, Minato intentó seguirlo pero los otros dos le bloquearon el paso.

Sin embargo una potente ráfaga de viento alejó a los dos encapuchados, era Hiruzen -¡Rápido, ve a seguir al enmascarado!- gritó y siguió atacando a diestra y siniestra.

Minato se apresuró a entrar a la cámara, viendo en el suelo a Biwako en un charco de sangre, volteó la mirada y vio al enmascarado manipulando el sello en el vientre de una inconsciente Kushina que sometía a la bestia, rápidamente cargó contra él y lo mandó a volar con un Rasengan, su técnica insignia.

De igual manera fue muy tarde, el enmascarado fue más astuto y logró liberar al Kyubi antes de ser mandado a volar, el Kyubi salió en todo su esplendor causando un dolor agonizante en su contenedora que despertó por la agonía y liberando un grito, marcando el inicio de un caos en la aldea.

-¡Muévete a mis órdenes, bestia y sígueme!- gritó el enmascarado, dejando ver un sharingan muy extraño girando entre los orificios de sus ojos. El biju se detuvo en seco, pero en un intento de liberarse del control comenzó a escupir bolas de chakra hacia el enmascarado, quien parecía desesperado por controlarlo.

-¡Imbécil, te dije que aún te faltaba para controlarlo!- apareció el aparente zombie cargando al inconsciente encapuchado con la espada, Hiruzen los derrotó con facilidad para inmediatamente salir a proteger la aldea, aunque el encapuchado se recuperó rápidamente de los ataques.

-¡Larguémonos ahora!- gritó y desapareció junto al enmascarado y el otro.

-(¡Tengo que detenerlo y contenerlo!)- pensó Minato restándole importancia a los encapuchados, se habían ido, ahora la prioridad era salvar a la aldea.

-Sellado del Kyubi-

-¡Se lo imploro Shinigami, sella al Kyubi en mi hijo Naruto, a cambio te doy mi alma!- gritó Minato quien tenía delante al mismísimo Shinigami, habiendo usado la máscara que permitía invocarlo. El Kyubi siendo retenido por las cadenas que su esposa usó en sus últimos momentos. Ambos siendo atravesados por una de las garras de la bestia, protegiendo al niño de su ataque.

El Shinigami no dio respuesta, simplemente convirtió al Kyubi en una bola de chakra que se introdujo en el niño, posterior a eso con su imponente guadaña atravesó a Minato, robando su alma, pero dándole un pequeño tiempo para despedirse de su recién formaba familia, que al mismo tiempo se acababa de destruir.

Minato y Kushina cayeron al suelo, con sus últimas fuerzas vieron a su hijo, quien lloraba desconsoladamente, pareciendo ser consciente de la situación.

De repente llegó Hiruzen junto a varios ninjas, viendo la triste escena.

Se acercó a la familia, escuchando lo que tenían que decir ambos padres.

-H-Hiruzen, c-cuida a nuestro hijo, su nombre es Naruto, esta es nuestra última voluntad, q-que lo cuiden y lo vean como un héroe- habló entrecortadamente Minato.

-Hazlo, o a-ambos regresaremos de la m-muerte y te m-mataremos- fue la amenaza de Kushina.

Ambos voltearon a ver a Naruto.

-T-te amamos hijo-

Ambos habían muerto, con una diminuta sonrisa abrazando por última vez a su pequeño hijo.

Hiruzen tomó entre sus brazos al ahora calmado Naruto, viéndolo y jurando internamente que cuidaría del pequeño, le daría una buena vida, y no decepcionaría a la última voluntad de aquellos padres.

Esta vez, aquella promesa si se cumpliría.

FIN DE CAPÍTULO

. . .

Nueva historia, enfocada en el mundo de Naruto, con varios cambios.

Estoy indeciso de volverlo harem, en todo caso sería pequeño.

La historias será rara pero con un enfoque a intentar arreglar la historia original y dar "desarrollo" a los acontecimientos y personajes.

Eso es todo.

Feliz navidad atrasada.

Buenas noches.