La Tragedia

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Era un día soleado en la ciudad de Kyoto, era un día un tanto movido para un grupo de estudiantes de la Preparatoria Itan, pues estos jóvenes estaban en un viaje escolar y todos se veían claramente emocionados por este día, ninguno ocultaba su interés en estar ahí, aunque claro, les importaba poco o nada lo que la guía turística trataba de decirles, acerca de la historia de la ciudad.

Maestra.- Chicos, no se queden atrás, tenemos un horario que cumplir. - Ordeno la docente -

Claramente, quienes estaban a cargo del grupo de alumnos estaban un poco agotados, pues unos se alejaban más de lo usual, otros quedaban rezagados con riesgo de perderse, y otros que andaban a sus anchas...

Conforme más avanzaba el día, y se llegaban a más lugares, hubo un descuido...
Un descuido, muy caro...

Ryouko.- (¿A donde fue esta niña?) - Se pregunto al notar la ausencia de alguien -

La guía buscaría a dicha alumna, y entre su caminar, por el rabillo del ojo vería como otra alumna corría en dirección a la salida.
Ella no lo pensó 2 veces y la siguió, pero alguien más tenía la misma idea.

Aquella alumna, de cabello verde y actitud infantil y un poco (bastante) despistada salió a las calles y cruzo sin percatarse de que un auto venía en su dirección.
Para su suerte nada le paso, pues el auto paso rozando su espalda luego de que esta chica cruzara desprevenida, pero una amiga suya iría detrás de ella con la intención de hacerla regresar con el alumnado.
Pero cometería el mismo error de cruzar de forma imprudente, y ahora un camión venía en su dirección, la chica no tenía mucho tiempo de reacción, y aceptando su destino e inminente muerte, solo cerro los ojos esperando lo peor, pero de un momento a otro, solo sintió un empujón...

El tiempo se paralizo en ese momento, al sentir dichas manos que la apartaban del peligro, instintivamente abrió sus ojos y vería a alguien conocido...

Onemine.- (¡¿Hitohito?!) - Se dijo horrorizada -

La castaña solo pudo ver que ese chico le dio una sincera sonrisa mientras cerraba sus ojos, y para cuando el tiempo se "reanudo", paso lo inevitable...

Aquel vehículo atropelló al muchacho, y este salió disparado varios metros en frente.
Nene estaba en shock, no podía creer todo lo que paso en tanto poco tiempo, e inmediatamente se acerco al cuerpo herido, con rastros de moretones y un charco de sangre pequeño que yacía en el pavimento.

Onemine.- ¡Hitohito! - Grito alarmada - ...¡Dime algo Hitohito!

El joven con mucho esfuerzo pudo abrir sus ojos luego del incidente y a duras penas decir algunas palabras.

Tadano.- N-N-Nene... - Hablo con dificultad - ...¿E-Estás bi-bien?.

Onemine.- No tenías por que hacer eso... - Dijo mientras lágrimas salían de sus ojos - ...¿P-Por que tuviste que hacerlo?.

Tadano.- P-Por que no p-podía permitir qu-que te pase eso... - Toma la mano de la castaña - ...D-Dile a mi madre, q-que me perdone...

La castaña tomo con fuerza la mano de Hitohito, para asegurarse que aún este consciente, pero poco a poco el agarre de su amigo se hacía más débil, e impotente veía como los ojos de el se cerraban lentamente...

Onemine.- N-No, no me hagas esto, por favor quédate despierto, quédate conmigo - Imploro dolida por lo que pasaba -

Tadano.- E-Eres... l-la me-mejor... amiga, que pude... desear Nene, t-te quiero... - Balbuceo antes de caer inconsciente -

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⏰ Última actualización: Jan 01 ⏰

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Ángel de la GuardaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora