Arco I. Egipto 1° El camino del errante. Intermedio

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Recorramos el pensamiento de los personajes durante la estadía de estos dos últimos episodios junto a una leve sorpresa.

POV Judar

Que molestia más grata ha sido venir a la guarida de La cola del escorpión. Todo con tal de llevar a cabo nuestro plan de quitar a esa molesta faraona del poder. Nuestra tarea aquí es la de actuar como rehenes, aunque solo es una tapadera, lo suficiente para reunir evidencia e información que nos ayude a incriminar o relacionar este acto con esa maldita. Ese es el plan del sultán que ha trabajado desde la anterior generación con La cola del escorpión con tal de volvernos más poderosos y mejorar nuestra imagen.

El sultán actual nos dio está misión a mí y a Ren. La verdad es que Run solo fue un peso extra que podría o no tener su relevancia. No sé cuándo fue siquiera la última vez que le vio utilidad a esa mocosa o sintió algo por ella pues cada vez que se ven siento un vació en la mirada del sultán, aunque no es mi tarea meterme en ello pues mientras Run resulte ser útil no me quejare.

Por otro lado, con Ren este chiquillo está dispuesto a seguir mis pasos y los de su padre el cual siempre le dedica una sonrisa de orgullo por sus logros muy opuesto al trato con su hermana.

En fin, nuestra misión es únicamente es esperar, aunque sea algo incomodo no tener ciertos lujos no me quejo mientras pueda dormir lo suficiente y lleve a cabo la misión.

Cuando íbamos de camino note que Ren estaba determinado mientras que Run como siempre estaba vacía y callada algo que ha mostrado desde la matanza de esa aldea hace ya cuatro años.

Al llegar note una banda de huérfanos que no tarde en notar que fueron raptados a la vez que vendidos que mala suerte para ellos, pero no siento lastima por esta escoria.

Es divertido verlos sufrir y quitarles la comida, aunque la verdad sobre y no necesite demás no voy a darles el beneficio de quedársela. Verlos sufrir es divertido, pero no es por eso que se las quito sino para hacer que se vuelvan locos por el hambre y ver que tanto duran antes de que se quiebren.

Todo iba bien hasta que llegó esa maldita escoria de conejo. Traté de mostrar el ejemplo y ponerlo en su lugar, pero las cosas se voltearon y de por sí sufrí un dolor físico como humillación desde que llegó.

Lo peor es que le ha subido los ánimos que ya habían perdido. No entiendo como lo hacen además de que parecen que están bien alimentados pese a la poca comida que tenían en esos días. Incluso parecía que me trajo la mala suerte cuando recibí esa potente luz en mis ojos.

Por suerte, cuando vino el bautizo las cosas se voltearon medianamente a mi favor al verlo y hacerlo sufrir, así como de quitarle ese anillo que la verdad ni se merecía, aunque tengo curiosidad de dónde lo saco.

Aun así, parece que ni se doblego ante eso. Al siguiente día de seguir el bautizo y de burlarme ante las estupideces que decía por primera vez sentí algo que ningún extranjero me había causado ante esa mirada "miedo".

Era ridículo sentir miedo ante una escoria como él, pero parece que no fui el único. Bueno, no importa.

O eso creí. Pues mientras esperaba pacientemente a verlo sufrir de nuevo esta vez vino a mí, no le tome relevancia al principio, pero cuando empezó a dirigirse a mi persona sin miedo y respeto fue que perdí la paciencia.

Iba a demostrarle quien manda, pero en lugar de eso terminé con una de mis manos rotas y tras escuchar unas palabras que no entendí sentí un extraño cosquilleo proveniente del dedo de donde tenía el anillo y....

AAAAAAAAAAAAAAHHHHHH

¿Qué demonios pasó?

Fui electrocutado o qué....

El camino del héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora