Proyecto ¿Romeo y Julieta? ﻌ [Hyunlix] ☑

Acto 19

Había sido una semana yendo a visitar al amigo de Chan, había comprendido un poco sobre los cambios que Félix había hecho en él.

Esos días había hablado con una persona muy distinta a los que había estado viendo por parte de sus padres, era seguro que ellos solo empeoraron su condición.

Esa semana sin Félix también había sido complicada, no lo había visto, le mandaba mensaje de vez en cuando, pero no era lo mismo, deseaba verlo, explorar esa mirada que dejaba de ser seria, que le expresaba aún más cosas.

Se moría por verlo de nuevo.

Pero pronto lo vería.

Estaban a un día de Navidad, Félix regresaría a Daegu en la mañana y llegaría en la tarde, había estado pensando en como darle su regalo, le había comprado algo hace unos días, cosa que no solía hacer.

Ni siquiera hacia su hermana.

—¿Piensas en algo? —pregunto Seunghyun, su nuevo psicólogo.

—En cómo pedirle a alguien que nos veamos —le respondió—, quiero darle un regalo.

—¿Es Félix? —lo vio asentir—, como me has contado, parece que no tiene problema de verte, solo pide que se vean sin dar mucho detalle.

—¿Cuándo cree que mejore?

—Mira —dejó su libreta y alzó su mano—, digamos que todo este tiempo estuviste en una jaula, a la que solo se necesitaba abrir, pero pusieron cuatro candados. Félix quitó el primer candado —bajo uno de sus dedos—, por eso sientes algo cuando estas con él, tus amigos van a liberar el segundo, entenderás las emociones de los demás, después será tu hermana, entenderás las situaciones. Poco a poco comprenderás el peso de las palabras, y conocerás lo que sientes, cuando sepas que es lo que sientes, quitarás todo lo que no te dejaba salir y para la próxima Navidad, estarás sonriendo sin miedo.

—¿Tan rápido?

—Hyunjin, tienes las herramientas, solo debes usarlas.

El menor bajo la mirada, suspiro y se mantuvo en silencio sin saber que más decir, ¿en serio podría mejorar tan pronto?

—No lo pienses demasiado y ve a casa —el mayor se levantó y después su acompañante lo hizo también.

—Gracias por su tiempo —dijo mientras caminaban hacia la entrada.

—No hay problema, todos merecen ayuda y yo estoy dispuesto a dar tiempo.

Ambos salieron del consultorio, en silencio, sin decir mucho.

Hyunjin veía a su nuevo psicólogo como alguien más abierto, incluso su manera de hablar era menor rígida, en voz y palabra, por lo que comprendía más lo que decía, cada cosa que veía en ese momento, le hizo saber que su padre lo estaba empeorando, pero ¿por qué? ¿Había algún beneficio en tener un hijo insensible? Ni siquiera le enseñaba a manejar la empresa, ¿qué era lo que quería realmente?

—Disfruta este tiempo —se detuvieron en la entrada—, ve con tu hermana o con tus amigos, intenta disfrutar de estos tiempos que son para convivir, intenta darles la oportunidad de conocer lo que hay en tu corazón, muy escondido, pero lo que hay.

—Lo intentaré —bajo la mirada— Feliz Navidad, señor Park.

—Feliz Navidad —el mayor le sonrió.

 
  
  
 
Minho no tenía intenciones de soltar a Félix, esperaban el tren para que el menor regresara a Daegu, pero se negaba a soltarlo.

—Min, ya suelta al niño —decía Jisung.

—No —le respondió, Minho.

—Min, tenemos que dejar que se vaya.