Abandonando Todo || Scollace☆

》Capítulo 1

Una brisa agradable sentía Wallace sobre su rostro, la luz y silencio absoluto fue la causa de que despertara, hace tanto tiempo que no despertaba por su propia cuenta.
No podía describir lo cómodo y acogedor que era despertar en una cama suave y blanda a lado de un chico tan atractivo con cabello color rubio...

Espera...¿¡cama suave!?...¿¡chico rubio?!...

Definitivamente este no era su departamento.

-¿Qué mierda pasó ayer?-Preguntó casi susurrando con sus manos sobre su cabeza para intentar recordar o calmar el dolor de la resaca, una de dos.

Miraba con confusion el desastre de esa habitación, latas de cerveza, botellas de alcohol y ropa por doquier en el suelo, solo era una de las cuantas noches que ha pasado así con hombres pero esta vez ni siquiera recordaba algún momento con el desconocido que tenía a lado suyo.
Se levantó con pesadez al sentir un gran dolor en su cuerpo, levantó su ropa del suelo sin importarle el hecho de que estaba desnudo, al fin y al cabo ya le habrán visto hasta los pecados.

Se puso su ropa y tomó sus cosas para irse de una vez de ese lugar sigilosamente, solo logró tomar la perrilla de la puerta antes de que hablara el hombre que seguía en la cama.

-Wallace, ¿no te quedarás?-el hombre preguntó con una cara de tristeza en su rostro.

-Ehh...no, pero gracias por lo de ayer, deseguro me la pase bien anoche pero siento que no tenemos buena conexión...así que, ¡chao!
-Espera! Eso no decías ayer en la cam-!
-Fue interrumpido por el azote fuerte que hizo Wallace con la puerta al salir, puso sus manos sobre los bolsillos de su suéter al suspirar por el cansancio y pesadez.

En el regreso a su casa no paraba de pensar en lo miserable que era su vida, no negaba que disfrutaba las noches que pasaba con hombres y bebía alcohol sin parar, pero esas sensaciones solo eran temporales, todo era una rutina y todos los hombres que encontraba eran siempre igual de vacíos...

Pero había uno que se diferenciaba de todos, aunque estaba seguro que este solo lo miraba con ojos de amistad.