-Al volver al valle todos recibieron a Po y Tigresa tanto alegres como preocupados, y era de esperar, Po estaba muy herido y Tigresa estaba en un estado igual de deplorable, los padres de Po fueron los más preocupados, el Sr Ping le daba sopa a la pareja cada diez minutos, y la pareja no podía negarse, así que aceptaban lado cuidados en silencio. Lee se disculpó con Po por como había hablado de Tigresa, Po aceptó siendo abrazado por su padre.
Po sentía que algo no andaba bien con Tigresa, estaba bastante decaída, no sólo por sus heridas físicas, parecía como si estuviera reteniendo sus ganas de llorar. Llegada la noche Po despertó de su siesta reparadora encontrándose con Tigresa obserando el cielo desde la ventana abierta, se paró acercándose a ella, abrazandola por detrás siendo correspondido por Tigresa.- ¿Ocurre algo Tigresa?. -Tigresa tan sólo asintió sin voltear a verlo, Po volvió a preguntar a lo que Tigresa rápidamente se giro abrazando a Po, hundiendo su rostro en su pecho comenzando a llorar, Po tan sólo pudo sentir las calidad lágrimas de su amada en él junto con sus sollozos, se dispuso a acariciar su cabeza dejando que se desahogue hasta que estuviera lista para hablar. Pasados unos minutos Tigresa comenzo a hablar.- Lo siento Po...es sólo que...es demasiado, ¿Sabes?. Descubrí una verdad que crei que jamás me importaría y que tampoco crei que me lastimaria de esta manera.- Po acarició él rostro de su amada. - Te escucho. - Tigresa abrió sus ojos volviendo a llorar mientras comenzaba a hablar. - Desde que tengo memoria, siempre creí que mis padres me abandonaron porque no me querían, pero al descubrir que lo hicieron para salvarme, fue algo que no pude tolerar, mi tristeza disfrazada de odio se revirtió contra mi, me odio al haber pensado de esa manera, el pensar lo difícil que fue para mis padres el perder su hogar, su gente, pero sobre todo a su hija. Cuando ese mono me dijo lo que había hecho no tuve las fuerzas para pelear y me sentí impotente al perder de esa manera y no haber sido más valiente por ellos. Solo...quisiera decirles lo mucho que lo siento, lo mucho que les agradezco y lo mucho que los amo...pero siento que...no me lo merezco.- Po volvió a abrazar a Tigresa.- Tigresa, se que tus padres están sumamente orgullosos de ti, y si algo he aprendido del pasado es que no te hace quien eres si no el resto de tu historia, y se que los demás piensan lo mismo, eres Tigresa, una de los cinco furiosos, la hija de Shifu y también la hija de los emperadores de Xiamen, guardiana y protectora del valle de la paz y para mí, la mujer que mató, no tienes porque odiarte a ti misma, eres increíble.- Tigresa abrazo fuertemente a su pareja llorando con aún más fuerza, comenzando a gritar de dolor en el regazo de Po.
Al dia siguiente Po y Tigresa, abrazados el uno al otro en la cama fueron despertados por el maestro Shifu acompañado del resto de los cinco furiosos, los cuales se quedaron tan sorprendidos que tan sólo pudieron cubrir sus rostros sonrojados y salir de la habitación de inmediato. Después de unos minutos ambos salieron de la habitación siendo amenazados por la mirada furiosa de Tigresa. En el comedor el maestro Shifu se disponía a hablar cuando derrepente tosio muy fuerte, todos en la mesa se preocuparon, y más al ver que en la mano de Shifu había sangre, su sangre. Todos rodearon al maestro Shifu aterrados a lo que el maestro los detuvo para ahora si comenzar a hablar. - Escuchen, estoy bastante enfermo, tengo algunas heridas internas que no han sanado del todo, y no ayudó a nadie en este estado, así que procederé a elegir a mi sucesor como maestro del valle de la paz, y serás tú Tigresa. -Todos observaron a su amiga, y Po era el más feliz por ella, pero Tigresa no lo parecía tanto.- Maestro, yo...no si deba, no se si pueda...¿Esta seguro de- Antes de que pudiera continuar Shifu la detuvo.- Escucha hija, tú junto a tus hermanos son excelentes guerreros y confío en cada uno de ustedes para cumplir su destino, y se que tú destino es cumplir este rol, y se que los demás están de acuerdo conmigo. -Tigresa giro hacia los demás los cuales le sonreían orgullosos.- Se que puedes hacerlo. -Dijo Grulla.- Eres la indicada. -Dijo Víbora. -Eres la mejor maestra.- Dijo mono.- Eres la más fuerte.- Dijo Mantis.- Pero sobre todo, eres nuestra hermana. -Terminaron de decir todos. Al oír esto Tigresa comenzo a llorar siendo abrazada por su familia junto al maestro Shifu, para luego correr a darle un beso a Po dejando a todos boquiabiertos. Así Tigresa asumió su nuevo rol en el valle de la paz.-
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EL DESTINO DEL KUNG-FU - POXTIGRESA
Fiksi PenggemarPoco tiempo después de vencer a Kai, Po ascendería a ser líder espiritual del Valle de la paz, pero antes, debía encontrar a un nuevo Guerrero dragón, encontrándose con Zhen una zorra delincuente que con su ayuda derrotar a la camaleona, en medio de...