Modelo

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Estaba totalmente agotado, la universidad me mataba con cada día que pasaba, para empeorar mi día no ví al idiota que se le ocurrió enredar mi cabello con un asqueroso chicle.

Tras una hora para meditarlo decidí ir a una peluquería a cortarlo, total volvería a crecer. Pero en serio le tenía cariño a mi cabello, era largo, fuerte y brillante. Seré un hombre pero no significa que no me preocupe por mi apariencia.

Pero lastimosamente ya me encontraba en aquel local con una tijera a punto de cortar mi mayor orgullo.

Pero de una puerta salió un ángel. Un chico pelirosa de ojos ámbar, una camiseta azul cielo y pantalón de mezclilla con un delantal que fue blanco, pues ahora se encontraba manchado manchado de aerosol de varios colores, su cabello algo despeinado

-Espera un momento por favor- Le dijo a la muchacha que me atendía.
-Deja que yo me encargue de él-

El joven me indicó que me levantara y que lo siguiera. Era un mejor cuarto, tenía varios espejos con luces LED, las paredes con dibujos bellísimos a blanco y negro con pequeños detalles a color, los asientos se veían aún más cómodos. Lo único que no cambiaba era su color.

-Toma asiento- Jaló una silla para que me sentara.

-¿En serio quieres cortarlo o sólo basta con quitarte el chicle?-

La vergüenza volvió a mí.

-Si puedes salvarme de cortarlo estaría más que agradecido- Dije intentando sonreír

Él sonrió y se puso manos a la obra y en menos de 5 minutos el chicle se había ido.

-En serio gracias-

-No hay de qué, hacía rato no miraba un cabello tan lindo- hizo una pausa -¿Quisieras ser mi modelo?-

-Tengo un pequeño concurso en un par de horas-

-Por supuesto, hasta que alguien aprecia la verdadera belleza- Dije ganándome una melodiosa risa de su parte.

"Lindo"




Rápidamente aquel chico subió mi asiento, le subió a la música pidiéndome antes permiso y empezó a arreglarme el cabello.

-¿Estudiaste para ésto?- Inicié una conversación haciendo que la música bajara su volumen.

-Eso es lo que quiero, por el momento espero los resultados para entrar a la universidad. Con este negocio espero poder pagarme la universidad-

-¿Tú qué estudias?- Akaza siguió la conversación.

Douma quedó en shock, pensó que quizá ya hasta se había graduado de la universidad. Bueno, quizá sí se veía algo joven, pero todo podía pasar.

Seguimos hablando temas sin importancia, hasta que por fin quedé listo, me dieron un cambio de ropa descubierta, totalmente mi estilo, algo diseñado también por una muchacha que ahí trabajaba.

Entre ellos organizaron un espacio y empezaron a tomarme fotos para al final hacernos una selfie. Intercambiamos nombres, publicaron las fotos y me fui.

Llegué a mi departamento, me hice una pequeña cena, me tomé un té. Tomé una ducha, lavé mis dientes y sequé mi cabello para recostarme.

Agarré mi celular y vi la publicación de Akaza dónde fui etiquetado, tenía una buena suma de likes, lo publiqué a mi historia para compartirlo aún más, quizá eso ayudaría a Akaza.

Desperté a la mañana siguiente con una cifra exagerada de mensajes en varias de las redes sociales.

No me dió tiempo de abrirlos, tenía que ir corriendo a la universidad. Me arreglé rápido y salí aún más rápido, tenía la suerte o don de que cualquier tipo de atuendo me quedaba estupendamente bien. No era por egocéntrico, bueno, quizá un poco, tengo una buena autoestima, ¿qué puedo decir?

Y como si hubiera estado desaparecido desde hace años, apenas entré a la universidad y más de 5 cámaras micrófonos se posaron en mí. Surgieron varias preguntas y a pesar de estar semidormido aún pude controlar la situación y responderlas todas.

Me abrí pasó y allí encontré a Akaza. Al contrario de mí él estaba entrando en pánico. Me acerqué por sus espaldas, lo rodeé por los hombros y sonreí. Lo ayudé a contestar un par de preguntas para después sacarlo de ahí.

Nos fuimos a las afueras del campus, abajo de las gradas mientras le acercaba una botella de agua al pelirosa.

-Gracias- Dijo ya tranquilo.

-¿Qué hacías aquí Akaza-dono?-

¿Por qué le dije así? Siento que lo había hecho antes, pero no podía recordarlo. Estaba seguro de no haberlo hecho, aún.


-Vine por los resultados de mi examen- Dijo abriendo aquel sobre. Me senté a su lado y esperé a que leyera.

Una sonrisa se apoderó de su rostro. -Empiezo en Agosto-

Si bien esta era la última semana de clases entrando de vacaciones yo pasaría a 2 año de universidad y Akaza entraría.

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En vacaciones seguí siendo modelo de Akaza-dono, tiempo después lo convencí de también tomarse fotos.

-Eres bastante atractivo- dije un día estando en mi casa, ahí habíamos arreglado un espacio para las fotos.

Acabábamos de terminar una sesión. Yo me encontraba revisando y subiendo las fotos mientras que Akaza se ponía su pijama, se tumbó a mi lado y sonrió.

-¿Me estás coqueteando?- Preguntó con ironía, y yo sonreí.

-Quisieras-





Pasaron los años, ambos éramos modelos reconocidos, seguíamos siendo igual de unidos, parecíamos pareja según varios reporteros, no nos importaba, después de todo, era lo que queríamos, nos queríamos.

-Lindo-  Solté en medio de una sesión, Akaza me gustaba, desde hace mucho me empezó a gustar, sabía que yo también le gustaba, pero no decía nada aún.

Akaza se sonrojó como solía hacerlo mirándo hacia otro sitio. Sonreí y me acerqué a él tomándolo por la cintura.

Se quedó quieto para luego decir

-Hermoso- Volvió a decir Douma

-¿Me estás coqueteando?- preguntó sarcástico.

-Quisieras- contestó

-Verdaderamente sí quiero- Dijo el ojiambar para cortar totalmente la distancia besándo a Douma, recibiendo como consecuencia que este apretara su agarre y correspondiera al beso.



No tardó mucho tiempo en correr la noticia que los dos modelos Douma y Akaza empezaron una bella relación.

One Shorts Douaka  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora