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Ana Pelayos

La casa parecía estar apunto de explotar de lo lleno que estaba, miró su reloj 7:00 pm, saldrían temprano de la fiesta y regresaría a su casa a dormir.

Camino junto a Anita, que debes en cuando bromeaba, entraron a la casa y al verlos un chico se acercó con Ana quien lo abrazó.

—mira, el es Pablo alias "Gavi"— hizo unas comillas con sus dedos y el sevillano sonrió y estiró su mano.

—hola— el sevillano estiró su mano y el chico la tomó con una mueca no tan agradable.

—bueno, vamos arriba— Ana quería tomar su mano pero el la apartó levemente y ella pareció entender porque lo tomó de la muñeca.

—¡Anita!— una chica ya un poco ebria se acercó a saludarla. —¿quien es tu amigo?— pregunto coqueta acercándose demasiado a Pablo.

—soy Pablo— le contesto mientras se apartaba de ella intentando no ser grosero.

—¿eres el bombón que juega en el Barça?— Anita abrió los ojos desesperada poniendo su mano en la boca de la chica para que el sevillano no pasara un mal momento.

—¡cállate!— puso su dedo índice en la boca de la chica y ella solo asintió.

—no, tú no eres el bombón, tu eres más del tipo de Anita, creo que me gusta mas tu amigo ¿Piedra? ¿O era Pedri?— se rascó la nuca confundida el sevillano solo se puso celoso.

—ya nos vamos— finalizó Anita antes de volver a tomar a Pablo de la mano y salir de ese cuarto un poco molesta por el ridiculo que su amiga había armado y para su mala suerte, enfrente del chico que estaba enamorada desde que tenía memoria.

Salió apenada a un balcón que tenía la casa, pequeño pero lo suficientemente grande para acaparar 2 sillas.

—lo siento mucho— se aparto el pelo nerviosa y le miro.

—no te preocupes, me pasa seguido— le aseguro y dio una palmada amistosa en el hombro de la chica, sonrojándole al instante.

—¿que se siente?— pregunto la chica y el sevillano la volteo a ver extrañado.

—¿que se siente que?— volvió a preguntar.

—¿que se siente ser famoso?— el sevillano se encogió de hombros.

—nada en realidad— hizo una pausa cuando la chica lo miró. —es difícil ni tener tu propia vida en si, no me quejo, amo mi trabajo pero la fama llega a ser un problema en mi vida personal— ella siempre creyó que ser famoso sería lo mejor pero al verlo de ese punto de vista lo dudo un poco.

—¿porque en tu vida personal?— giro la cabeza un poco confundida.

—pues ya ves, no puedo tener una amiga porque piensan que es mi novia— explicó mientras suspiraba.

—¿si?— preguntó pero inmediatamente recordó cuando hubieron rumores de que se había enredado con Daniela, aunque su amiga negó todo y le explicó que solo se habían tomado de la mano.

—si, y hay veces que no puedes decir a quien amas por el miedo de el que dirán— río con ironía y la chica no pudo entender ¿no puede decir a quien ama por "el que dirán? ¿Y eso que significaba.

—vaya, nunca me lo había plantado así— suspiro mirando al cielo.

—¿chicos que hacéis aquí? ¡Hay una fiesta que disfrutar!— gritó su amigo Armando jalándolos para adentro de la casa.

—¿jugamos a la botella?— pregunto la amiga que anteriormente la había avergonzado enfrente de su amor platónico.

—¿y eso cómo es?— pregunto la inocente Anita, era de las pocas veces que había salido a fiestas con alcohol.

EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora