Escupió.
Lo que tragó.Las piedritas se derramaron junto con la saliva y, sus párpados, se embelesaron con el pavimento.
El sol le quemó y con asco, escupió el cemento que probó.
Parpadeó un centenar de vez, tratando con esfuerzo acostumbrarse a luz de mañana.
Lo logró, tras un minuto.
Viéndose a sí mismo en el lugar donde entrenó.Golpiza, sería más apropiado.
Negó con la cabeza para después levantarse.
No había dolor, ni heridas, solo ese sentimiento desolador al que tanto se había acostumbrado.
Por un momento, creyó que había vuelto a esos dos años, donde deambulaba por los distritos en busca de comida.
Se sintió, de nuevo.Solo.
Más evocó, la apacible facción de una mujer.
Y sonrió.
Boris tragó pesado, y en un intento de recompostura, trató de guiarse.
Aun así, el sentir no se había ido.
Más presente, cuando mencionó su nombre.
-Kazumi...-Musitó, tras encontrar un letrero, con el nombre del distrito.De nuevo, suspiró, pues los golpes del hombre con plateada cabellera vinieron a él y, sobre todo, lo fácil que cayó.
De la mano.La imagen de su familia le atacó.
Y una vez más se avergonzó.
Y odió.
Queriendo, acabar con todo.Observó hacia arriba, viendo la infraestructura de ese país y, al bajar, como centenares de personas pasaban a su lado.
Miró el suelo, con la imagen de sus padres persistentes y a su lado, la de una linda chica de ojos oscuros y piel de alabastro parecía querer tomar su mano, pero en cuanto deseó tocarla, se deshizo.
Y, de nuevo, se sintió perdido en la multitud.
Boris frunció su ceño, con su debilidad en mente, camino hacia ese acogedor edificio.
Las plantas que caían por la terraza lo hicieron localizarlo, más aún, el letrero con la hora de apertura.
-Aún no han abierto-Optó por esperar, deseando que la señora que lo cuidaba apareciese.No obstante, la puerta de abrió y, de ella, apareció una chica que antes vio, portadora de una belleza exótica y, un cabello de color del adjetivo mencionado.
Ella le miró con el ceño fruncido, no por molestia, si no para reconocerlo, pues el niño tenía el cabello desparramado por la frente y, muy difícil reconcerle, de no ser por su olor y el tono de sus ojos.
Ella le ignoró, saliendo del local con una bolsa.
Despareció con ella y regreso sin ella.
Al verlo aún allí.
La señorita preguntó.
-¿Tu eres Boris no?-Pregunto-El protegido de la señorita Irimi-
-S-si-Asintió, mientras le miraba el cuerpo antes que el rostro.Cosa que la camarera notó.
-Aún no abrimos, pero no quiero que me regañen, entra-El chico asintió.
Una vez dentro y, como todos los ghouls reaccionaban, percibió el café.
-Siéntate ahí...-Le dijo, el chico, sin mucho más que agregar o decir, hizo caso.Por más linda que ella le pareciese, no le hablaría.
Después de todo, era introvertido a morir.Touka, queriendo ser amable, le ofreció café.
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Mi Querido Perdido (Una historia de Takatsuki Sen)
FanficEsa vez, mientras me aseguraba que nadie me notara (ni siquiera el padre) en secreto y en silencio escribí el resumen. Uno solo puede destruir cosa que no puede cambiar. Esto es así para mi, una persona que dejó en el útero todo lo que necesitaba. ...