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— ¿Señor Larys Strong? — pregunto en cuanto entro a la sala de espera el doctor

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— ¿Señor Larys Strong? — pregunto en cuanto entro a la sala de espera el doctor

— Soy yo doctor

Todos los presentes se levantaron de su lugar.

— ¿Qué pasa doctor? — preguntó Criston asustado

— ¿Mis hermanos están bien?— Rhaenyra se preocupó por sus hermanitos

— Sí, el joven Daeron ya está estable. Sin embargo, Se trata de la joven Helaena... — miró a los presentes notando la palpable tensión entre todos los presentes

— Hablemos en privado — Larys se adelantó a todos

El resto quería saber de qué estaban hablando detrás de la puerta, aegon empezó a tronarse los dedos al igual que Aemond. Rhaena estaba teniendo un mal presentimiento, ajenos a todos Lucerys y Jacaerys solo miraban fijamente a sus tíos.

Después de un rato el doctor se fue y Larys se quedó parado afuera sin saber que hacer a continuación. Entro y llamó por Rhaena. Ambos hablaron afuera y lejos de la sala. Rhaena sollozó tan fuerte que era imposible apaciguarla.

— Tenemos que hablar — habló fuerte y claro con lágrimas secas en sus mejillas

Larys se paseo desesperado por toda la sala de espera del hospital mientras pensaba en como soltar la bomba.

—¿Qué pasa?— Harwin tocó el brazo de su hermano—¿Larys?

— Helaena— balbuceo — Ella....

—¿Que pasa con mi hermana?— Rhaenyra se acercó apretando sus manos nerviosa

—Aegon— giró al verlo—¿tu hermana alguna vez tomo algún tipo de medicamento?

—¿Qué?—los hermanos voltearon a verse— Si— contestó cauteloso —hace un tiempo mamá la llevó al doctor pero era para su ensoñación excesiva

—¿Su cabello se cayó?— Larys miraba a Aegon serio — ¿Qué síntomas tenían los medicamentos?

— No estoy entendiendo— habló Rhaenyra

—¿Qué mierda estás insinuando imbécil?— Criston estaba furioso

— Aemond, aegon lo lamento mucho — se sentó al lado del menor — No se cómo decirles esto

— Solo dilo — siseó Aemond

— Hely tiene cáncer — dijo

Todos exhalaron con sorpresa. El silencio reinó hasta el punto en que si un alfiles se cayera el ruido sordo retumbaria por la habitación, eso hasta que alguien habló.

—¿Qué?— aegon se soltó del agarre — Eso es imposible, mi mamá nos dijo que eran para su ensoñación....

— Mintió — Susurro— No hay medicamentos para eso, cariño, y si lo hubieran no causarían síntomas como la obvia perdida de cabello

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