Capítulo XXVI: El Corazón de una Guerrera

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Opening: The Day (Boku no Hero Academia Opening 1)

Los 16 Entrenadores que clasificaron se dirigieron al Estadio Sekiei para ver cuáles serían las batallas, las cuales se llevarían a cabo en esa misma arena y serían completas, de 6 contra 6. Allí, la computadora les mostró a todos los presentes los combates clasificatorios. Sí, esta vez ya nada sería al azar. El ganador de un combate se iba a enfrentar al ganador del que le seguía.

—¡¿Qué te parece eso, Tsubasa?! —exclamó Satoshi—. ¡Tú y yo no podremos enfrentarnos a menos que ambos lleguemos a la final!

—Sí, pero primero, tendría que enfrentarme a Sakura en cuartos de final —volteó a ver a la de aqua—. Solo espero que no te vayas a quién sabe dónde como Shigeru cuando te venza.

—Hm, quien tendrá que marcharse eres tú, ya que yo voy a ganar —le dijo Sakura a Tsubasa mientras que Koharu le dijo a Satoshi— Solo espero que no seas un vendehúmos en las semifinales, Satoshi.

—¡¿Qué?! ¡¿Tengo cara de que vendo marihuana?!

—No, Satoshi. Vendehúmos significa... Nah, olvídalo —sí, Sakura no tenía deseos de gastar saliva para explicarle a Satoshi el significado de esa metáfora.

Las batallas no empezarían hasta la 1 de la tarde, así que Tsubasa, Satoshi y Koharu decidieron ayudar a Hyuga con su puesto de dulces mientras Hikari y Sakura iban de compras. Como les tocaba un oponente fuerte, Tsubasa y sus Pokémon se pusieron a ejercitarse con un vídeo de danza aeróbica.

Y, como era de esperarse, su numerito estaba ahuyentando a muchos clientes potenciales.

—Tsubasa, ¿quieres dejar eso? —le recriminó Koharu—. Da más cringe que cuando Hyuga lo hace.

—¡Oye! Pero eso es cierto —dijo el Pokefílico.

—Perdón, pero la dignidad es lo de menos cuando quieres prepararte para todo. Eso lo leí en un libro de consejos.

—¿Y se puede saber quién escribió esa barbarie? —exigió Satoshi.

Antes de que Tsubasa pudiera decírselos, Hikari llegó al lugar, toda aterrada y sin los objetos y ropa que compró.

—Prima, ¿qué fue lo que te pasó? ¿Y dónde está Sakura?

—¡Diría que no te preocupes, pero esta vez sí hay que preocuparse! ¡Cuando terminamos nuestras compras, sentí que alguien me embistió y me derribó contra el piso! ¡Y cuando me levanté, vi que Sakura ya no estaba y la Pokébola de Suicune estaba en el piso!

Como era de esperarse, Koharu fue la más aterrorizada al escuchar eso— ¿Q-Quién haría e-esto y por qué?

—Nosotros no lo sabemos, pero tal vez Suicune sí —le contestó Hyuga—. Recuerda que Sakura y Suicune están conectados, así que uno puede encontrar al otro.

—Eso es cierto —dijo Koharu tranquilizándose—. Pero solo espero que esa conexión realmente funcione.

Koharu sacó a Suicune de su Pokébola y, después de explicarle la situación, el Pokémon Aurora la montó en su lomo para ir a buscar a su Entrenadora. Los demás quisieron ir a ayudarla, pero la propia Koharu les pidió que no lo hicieran, ya que no quería que se perdieran sus combates. Vaya que esta chica es altruista.

Pokémon: Aventuras por Kanto y Más AlláDonde viven las historias. Descúbrelo ahora