La Extraña Vida de un Fracasado (My Little Pony: Equestria Girl)

Capítulo 17

Margaret: Lo si-siento, lo siento tanto, yo-yo de verdad no quería... -lloró a través del teléfono apenas escuchó la voz de su hijo-.

Demian: Ya, ya, tranquila -dijo intentando calmarla- Se que no quisiste decir aquello... Debimos habernos sentado y haberlo hablado con calma... Pero fui un idiota.

Margaret: Ambos lo fuimos... Debí decirte como me sentía en lugar de simplemente haberte dejado solo -dijo con tristeza-.

Demian: Bueno, nunca es mal momento para hablar -dijo con una sonrisa-.

Madre e hijo charlaron por horas, poniéndose al día sobre lo que habían hecho, como si la pelea que los puso en esa situación nunca hubiese ocurrido.

Margaret: Así que ¿Esa chica Sunset está en casa en este momento? -preguntó escéptica al escuchar lo que el pelinegro le había contado- ¿Cuanto tiempo han estado juntos? ¿Duerme contigo? Sabes que hay condones en el botiquín del baño ¿Verdad? También hay píldoras de emergencia.

Demian: ¡Mamá! ¡¿Como se te ocurre siquiera pensar que haría algo de eso?! ¡Tengo 17 años! -reclamó-.

Margaret: Y yo tengo 34 ¿Cual es tu punto? -preguntó, haciendo que el pelinegro se quedara en silencio, no sabiendo que responder a aquello-.

Demian: Bien, bien, lo entiendo, pero ni en mis peores pesadillas vería a Sunset Shimmer de esa manera ¡Es un maldito poni! -explicó-.

Margaret: Lo se, pero en tiempos desesperados un hombre no piensa en esas cosas -dijo preocupada- Hubiese preferido a Fluttershy o Wallflower, ellas me darían nietos mas bonitos.

Demian: ¡Oye, eso no viene al ca... De hecho, si serían muy bonitos ¡Pero eso no viene al caso!

Margaret: De... Sab... te... -la llamada había comenzado a cortarse-.

Demian: ¿Mamá? ¿Me escuchas? ¿Hola? -preguntó, pero lo único que escuchó, fue la llamada cortarse- Estúpida lluvia.

Karma: ¿Y bien? -preguntó desde el espejo con una sonrisa de suficiencia-.

Demian: Tenías razón -suspiró- gracias.

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Día seis de la tormenta:

Demian: Oye, comprendo que ambos estamos en esa edad y que como mujer tienes tus necesidades, pero ¿Podrías no usar mi computadora para esas cosas? -dijo viendo el historial de búsquedas en la computadora de la sala- No tenía ningún interés en saber cuáles eran tus gustos.

La bicolor se encontraba sentada en el sofá, mientras cubría su rostro totalmente rojo por la vergüenza.

Sunset Shimmer: N-N-No es lo que parece -tartamudeó-.

Demian: ¿Entonces me dirás que no has usado mi computadora para ver documentales sobre el cuidado de animales de granja? Puedo apostar lo que sea a qué te imaginas a ti misma siento cepillada, peinada y recibiendo tratamiento de pezuñas -dijo mientras la chica se india más en el sofá, dándole la razón- Mira, solo, no uses mi computadora para tus fetiches.

Sunset Shimmer: ¡N-No son fetiches! -gritó avergonzada-.

Demian: Como sea -expresó sin creerle a la chica-.

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Habían pasado varias horas desde lo ocurrido con la computadora, y ahora ambos se encontraban almorzando en un muy incomodo silencio.