Tres

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La noche no estaba tan brillante tras la ventana, pero las luces de navidad que decoraban su habitación podían asimilar la luz ausente de las estrellas. Usualmente lo hacían así, las luces decorativas brillando para combatir la oscuridad pero igualmente no dejaba ver muy bien el rostro del otro, no era un problema. La sonrisa de cada uno se podía apreciar claramente y si el otro hacía un esfuerzo podía notar el iris de sus ojos.

Dan prendió la luz de su cuarto con Phil a su espalda cargando dos tazas de chocolate caliente.

Conectó el cable de las luces y tomó su taza de chocolate, colocándola en la cómoda negra y apagando así la luz dejando como única fuente de iluminación las luces decorativas.

El castaño se sentó en su cama y tomó su taza cuando Phil se la extendió, al mismo tiempo que apagaba la luz para sentarse al frente de él casi mirándolo a los ojos.

Dan comenzó a hablar con Phil después del silencio, ya era normal contarse algunos secretos o ser el apoyo del otro así que cuando cuando se encontraban así no había casi nada que ocultar. Phil era bueno escuchando, aunque a Dan le gustaba más escuchar a Phil, pero todo era que para el otro cada cosa que contara, se le hacía interesante.

Luego de una hora, seguían hablando algo ya más cansados.

- Y no lo sé aveces pienso ¿Que será de nosotros en unos diez...? - seguía Dan antes de que el teléfono de Phil sonara.

- Emmm...- se apenó Phil y sacó el iPhone de su bolsillo. Era Shanna.

- ¿Quien te llama a esta hora?- susurro Dan en el fondo, intentando no sonar disgustado.

- ¡Shanna! - contestó Phil a la chica de cabello violeta.

- Phil, disculpa si te llamo tan tarde, pero mañana tendré día libre y quería invitarte a una salida por ahí de los pueblos bajos, llevaré a mi hermano menor y creo que eres al único que ahora puede invitar con tiempo...

Dan le dio una mirada a Phil sin mucha expresión, solo esperando a que le diera respuesta.

- Me parece. ¿A que hora sales de aquí?

- Uh, estoy pensando en irnos algo de mañana, por eso te llamo desde ahora, es un camino algo largo así que ahí de las siete. - rió para parecer más amable.

- Siete.- asiente el ojiazul. - ¿Te espero en el Starbucks?

- Si, me parece. Así no me pierdo. - comentó con humor.

- Vale. - sonrió Phil. - Buenas noches.

- Buenas Noches Philly...

Y colgó.

- ¿Otra vez tu "noviecita"? - bromeó el de ojos oscuros, bastante intencionado.

- No es mi novia... - respondió serio Phil.

- Pues tienen planes de serlo.- comentó Dan, con algo incomodandolo en el interior.

«Claro, Phil tiene que ser tuyo » sonó una voz dentro de Dan.

El castaño sacudió la cabeza ¿Que estaba pensando?

- Es una amiga Dan. - suspiró Phil.

«Mas le vale serlo» siguió el subconsciente de Dan.

- Bueno, creo que si no me duermo ya, mañana no llegaré a tiempo, así que...

- ¿Me vas a dejar a media conversación? - preguntó dramático Dan, haciendo reír a Phil.
Dan sonrió al verlo en el ambiente algo oscuro.

- Eso parece... - comentó Phil tomando su taza vacía y poniéndose de pie para salir de la habitación.

«La próxima vez usaré alcohol en vez de chocolate caliente »

- Descansa Dan...

- Buenas Noches Philly.- se despidió Dan imitando a la teñida.

Phil negó con la cabeza divertido y cerró la puerta, dejando ahí todo lo contado, como siempre.

Phil se levantó llendo directo a la ducha, vistiéndose con unos pantalones cortos por si tenía que mostrarse activo y una playera estampada de las de siempre.

Se dirigió a tomar el desayuno y se encontró con la sorpresa de qué Dan estaba levantado.

- ¡Buenos días Phil!- exclamó Dan mientras hacía zap en los canales.

- ¿Que haces despierto? - se preguntó Phil.

Dan se encogió de hombros volviéndolo a ver Phil que se dirigía a tomar una taza de café y algo de cereal.

- ¿Vas a mostrar piernas con esos pantaloncillos, no? - soltó una risa Dan.

Phil asintió sonriendo, revolviendo el azúcar del café.

- Talvez tenga que correr o impresionarlos con piruetas. - dijo con humor.

- ¿Impresionarlos con piruetas? - reía Dan . - Si acaso no mueres bajando las escaleras Phil.

Phil empezó a reír mientras cargaba su taza de café y bowl de cereal, sentándose junto a Dan qué disfrutaría a Phil esa última hora, antes de que saliera.

Don't Let Me Go | PhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora