¡¿𝐌𝐀́𝐒 𝐐𝐔𝐄 𝐀𝐋 𝐂𝐇𝐎𝐂𝐎𝐋𝐀𝐓𝐄?!

-•𝐂𝐎𝐌𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐀𝐑𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐌𝐀𝐆𝐈𝐀•-

Era una hermosa noche. Las luces de los faros brillaban como nunca.
Amaba esas noches tan bonitas. Era lo mejor.

Estaba desde mi balcón mirando las estrellas y el pueblo, pero, de pronto ví a un chico con una enorme maleta, como sí de alguien nuevo se tratará, a lo mejor y era un extranjero.

Siempre he sido bastante curiosa y está vez no fué la excepción. Bajé y silenciosamente abrí la puerta de mi enorme casa. Mis padres no se podían enterar de que estaba despierta tan noche y sobre todo, que me escapé de la casa para ver a un extraño.

Cuando bajé, ví al chico con su maleta, me acerqué para ver qué estaba haciendo y él me miró rápidamente.

- ¿La puedo ayudar señorita?... - Preguntó amablemente el chico.

Me sentí muy avergonzada en esos momentos. Me había visto. ¿Qué le respondía? ¿Debía de huir? Me sentía tan avergonzada...

- Lo siento mucho... Siento haberme entrometido en lo que no me incumbe... - Dije avergonzada y frotando mi cuello.

Para mí sorpresa, el chico de cabello castaño y un bonito sombrero, me miró con una sonrisa de compresión.

- No tiene de que avergonzarse, yo también soy muy curioso y no sé preocupe, sí yo fuera usted, también me acercaría a ver qué hace un extraño con una maleta, en medio de la plaza. - Dijo el chico, el cuál era muy amable.

El chico me miró unos segundos y se paró rápidamente.

- ¡Debe de pensar que soy un maleducado! Soy Willy Wonka... Mucho gusto, eh? No le he preguntado su nombre señorita... - Dijo Willy estrechando mi mano con delicadeza.

Lo miraba con curiosidad y a la vez gentileza, jamás lo había visto en el pueblo. Era raro.

Le estreché de nuevo mi mano con amabilidad y una sonrisa.

- Mi nombre es Grace... Grace Evans, por cierto, mucho gusto Willy. Encantada de conocerte y por favor déjame preguntarte algo. - Dije dejando de estrechar su mano.

Willy me miró con atención para ver qué le iba a decir. Sus hermosos ojos me miraban fijamente y eso era algo que me ponía un poco nerviosa, pero, a la vez me gustaba, eran muy bonitos...

- ¿Por qué estás aquí afuera en el horrible frío de éste pueblo?... - Exclamé preocupada.

Willy rió un poco para después verme con amabilidad y un poco de tristeza o decepción.

- Pues, verá... No tengo a dónde ir por...- Willy se quedó callado un rato y luego suspiró.
- Por temas un tanto privados... El punto es que vine aquí por más oportunidades, mi maleta contiene algo muy preciado para mí... Lo que hay aquí me ayudará a cumplir mi sueño... - Explicó Willy emocionado.

Solo lo miré con atención al igual que también lo escuché con esa misma intención. Mi expresión cambió cuando ví que tenía algunas mantas.

- Se que ésto te va a sonar bastante loco, Pero ... Me pareciste alguien muy interesante y amable y por ello, quiero que no pases frío y menos hoy que está muy feo... ¿Quisieras pasar la noche en mi casa?... - Dije algo nerviosa por cuál fuera su reacción.

Willy volteó a mirarme con expresión de asombro e incredulidad, él no lo podía creer.

- ¡N-No, N-No! No pue-puedo aceptarlo, no quiero verme como un aprovechado y sé que usted es muy buena, pero, N-No quiero ser malo... - Dijo nervioso y con mucha pena.

- ¡Por favor! Yo e lo ofrezco por algo, me caiste super bien y... La verdad siento muy feo el dejarte a tu suerte con éste frío... Por favor, al menos, una noche, sí?... - Supliqué con una cara de preocupación total.

Él lo pensó por varios segundos, mirando al suelo cubierto de nieve, la cuál, no dejaba de caer. Finalmente, él me volvió a ver y con una sonrisa agarró su maleta.

- ¡Está bien! ¡Muchísimas gracias! No sabe las emociones que estoy sintiendo ahora mismo, muchísimas gracias, no sé cómo pagarle... - Dijo Willy con una sonrisa de oreja a oreja.

Solo le correspondí la sonrisa, no podía decir nada más, era... Cómo sí por arte de magia, el destino lo pusiera en mi camino...

𝐇𝐨𝐥𝐚𝐚𝐚𝐚, 𝐆𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐛𝐨𝐧𝐢𝐭𝐚! 𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐚𝐯𝐢𝐬𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜 𝐬𝐢 𝐭𝐞𝐧𝐝𝐫𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧, 𝐩𝐞𝐫𝐨, 𝐥𝐚𝐬 𝐬𝐮𝐛𝐢𝐫𝐞́ 𝐜𝐨𝐧𝐟𝐨𝐫𝐦𝐞 𝐯𝐚𝐲𝐚 𝐭𝐞𝐧𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨!!! :)