No es de la manada-Enid Sinclair x Tn

9-Nuevo Tn

Miércoles acudió con Enid a la habitación de Tn quien estaba ya vestido para bajar a desayunar y de paso quería comprobar que tal le quedaban las ropas que le enviaron sus padres. Al abrir, la gótica le dio el visto bueno.

―Me gustaba más ver a mi osito colorido―dijo inflando las mejillas Enid mientras le hacia dar una vuelta para ver mejor la ropa―si, es mejor ser colorido.

―Te vas a tener que acostumbrar―comentó Miércoles―Tn se va a convertir en un asesino. Va a ser frío como el hielo.

―¡No!―le abrazó―mi osito siempre va a ser un osito.

―Lo siento Enid―dijo de pronto Tn―soy un Addams.

―¡No, no lo voy a permitir!―dijo abrazando con fuerza a este.

Tn se echó a reír y recibió unos pequeños golpes en el pecho por burlarse de su pareja.

La noticia de que ahora era un Addams no se hizo esperar demasiado y todos quedaron sorprendidos por el cambio de familia. Aunque conociendo a Tn, no le tenían miedo pues le conocían en persona y sabía de su forma amable.

Durante las clases, ambos hermanos se sentaron juntos. Miércoles hablaba algo con Tn que Enid no alcanzaba a escuchar, solamente vio al chico asentir.

Enid a la tarde estuvo hablando con las chicas sobre varios rumores. Al ser preguntada por el cambio de familia, siendo Yoko y Divina les explicó toda la situación. No solamente era por su bien, sino por el de la manada. Esa parte era la que más temía pues su madre le había dicho que se rumoreaba de la debilidad de está por lo que otras tratarían de atacar.

La loba estaba afuera, paseando bajo ese frío cuando se topó con Tn.

―Siempre vas a los mismos sitios―comentaba este acercándose.

Ella asintió antes de besarlo y entonces notó la mano de Tn acariciar su trasero.

―Tn...eres un pervertido―dijo sonriente.

Él la llevó hasta un árbol cercano, tenía la mirada seria, le recordaba a la de Miércoles.

―Tn...

―Date la vuelta―ordenó.

―¿Qué?

―Me has escuchado, quiero que te des la vuelta―la miró tan seria que le dio algo de miedo.

―Tn...¿qué quieres hacer?

―¿Hace falta que lo diga?.

Ella tragó saliva y miró a todos lados.

―No, aquí nos puede ver alguien y...―calló al ver como le tomaba de la barbilla.

―Sinclair, haz lo que te digo.

Ella con cierto temor se dio la vuelta. Notó las manos del chico tocar su culo sobando este antes de meter mano en su falda y bajar su ropa interior. Enid, quien se apoyaba en el tronco helado del árbol debería tener miedo por la conducta del chico. Pero en lugar de eso, tenía un fuerte calor ahora en su cuerpo. 

―Cuando yo te diga algo lo cumples―le susurró este―asiente―ella lo hizo―buena chica.

Enid abrió los ojos y se vio en la cama, de noche y algo agitada. Todo había sido un sueño. Pensó que tal vez Tn adquiriría esa personalidad fría y con falta de sentimiento. Pero no, se negaba a ello. Se lavó la cara antes de volver a dormir.

Cuando se toparon a la mañana siguiente, la imagen del sueño vino a su mente haciendo que un rubor apareciera en su cara.

―¿Te encuentras bien?―le preguntó poniendo su mano en la frente―¿no tendrás fiebre?.