Tras saber qué iban a tener dos niñas, la emoción de los padres, se podía reflejar. Ya les habían puesto nombre y en poco meses, sus pequeñas, estarian con ellos.Hoy era el juicio de Jade, hoy era su sentencia. Amir no iba a dejar que esa sicópata, saliera a la calle. La iba a echar muchos años en prisión, al menos, eso a conseguir.
Ellos se vestían para la ocasión, Amira quería estar junto a su marido y apoyarle, como Siempre lo hacía. Amir se acercó a ella y la abrazó por detrás.
—Tenemos que irnos, preciosa. —la susurró en el oído. —Pero antes, ¿Cómo están las princesas de papá?
—Muy bien. — él asintió con una sonrisa.
Cogidos de la mano, salieron de la habitación. Sus primos y sus tíos, estaban en el salón esperándoles. No querían dejarles solos, la familia estaba para apoyarse y cuidarse.
Ellos iban ayudar a su primo, siempre.Juntos salieron de la casa y se fueron cada uno a sus coches, tomaron tumbo a los juzgados. Zayn y Amanda, fueron con ellos.
Amira estaba nerviosa, tener a esa mujer cerca, la ponía la piel de gallina. Aunque habría policías y no podía tocarla ni hacerle daño.Cuando llegaron, ellos cogidos de la mano, entraron dentro de los juzgados. Dejando a la prensa atrás.
Entraron en la sala y Jade se encontraba esposada, con la mirada en el suelo. Cuándo escuchó la puerta, levantó la mirada y miró a la pareja con una sonrisa maléfica. Pero tenía rabia, saber que estaban juntos, ella no había muerto.Ellos se sentaron juntos a que el juez llegará, la familia de Amir y Amira se sentaron detrás de ellos.
—Todos en pie. — la voz del policía, se escuchó en la sala y todos obedecieron.
El juez entró serio, sabiendo todo lo ocurrido con la condenada. Pero tenía que escuchar ambas partes, antes de la sentencia.
—Siéntense. — se sentaron. —Comienza el juicio de Jade Baghdadi, por intento de asesinato, robo y fuga. — ella tragó saliva, tenía miedo de ser acusada por muchos años o peor aún, sentencia de muerte. —El abogado de la acusada, tiene la palabra.
—Con la venia, señoría, llamo a declarar a la señorita Jade Baghdadi. — ella se levantó y fue hacia el estrado.
—¿Jura decir la verdad y nada más que la verdad? — el policía, le puso un libro sobre ella.
—Lo juro. — mintió.
—Señorita, Baghdadi. ¿Puede explicar que pasó el día, que la duquesa Amira Assim, acabo en el hospital? — preguntó su abogado.
—Ella me seguía con sus escoltas, entré a un portal, pero me encontró. Su escolta tenía un arma y yo solo me defendí, solo disparé en defensa propia. — dejó caer sus lágrimas. —Yo jamás haría daño a nadie. Me acusan de un delito que ellos mismo hicieron, yo solo me defendía.
—¿Por qué la acusan de asesinato?
—Porque disparé a la duquesa, pero como dije, solo fue en defensa propia. — exclamó.
—No hay más preguntas, señoría. — dijo en abogado.
—El abogado de los denunciantes, ¿Quiere decirle algo?
—Con la venia, señoría. — el abogado de Amir, se levantó y se acercó a ella. —Señorita, Baghdadi. Ha dicho usted que fue en defensa propia, pero la duquesa no iba a armada y su escolta fue disparado sin sacar su arma de la espalda. —ella tragó saliva. —¿Que nos dice a eso?
—Él tenía su arma en las manos. — dijo sudando.
—¿Entonces, usted dice que fue en defensa propia? — ella asintió. —¿Y el robo, fue falso? — ella asintió. —No hay más preguntas, señoría.
Sabían que ella iba a caer, tenían pruebas y estaban a la persona que más la conocía.
—Señoria, llamo a declarar al rey Derek Meyer Schneider. — Jade se había quedado en shock, no podía estar él aquí.
Derek pasó por la puerta, con ese porte serio y frío. No miró a Jade, paso de largo, como si ella no existiera.
—Alteza, ¿Puede decirnos que es usted de la acusada? — preguntó el abogado de ella.
—Soy su exmarido. — respondió.
—¿Por qué se divorció de ella?
—Por infidelidad y más cosas. — se cruzó de brazos. —Jade se embarazó, diciéndome que esa niña era mía. Descubrí que esa niña no era mía, que era de otro hombre. Ella me amenazó con suicidarse si la pedía el divorcio. — dijo con un nudo en la garganta. —Creia que solo llamaba mi atención, pero poco después me enteré. Que se tiró escaleras abajo, provocando la muerte de esa niña inocente. — Jade lloró temblando.
—¿usted creer que fue intencionadamente? — Derek sonrió.
—No lo creo, estoy seguro. — le miró con los ojos entrecerrados. —Aqui tengo las pruebas de ello. —Les entrego los papeles de las pruebas.— Eso demostrará que está mujer, no tiene sentimientos. Estaba de siete meses y no le importó esa criatura. ¿Es asesinato? ¿No?
—No hay más preguntas, señorita. — dijo el abogado, sin tener más preguntas.
—La parte denunciante, ¿Tiene algo que decirle?
—No, señoría.
Fueron pasando todos los testigos para testificar. Amira y Amir, solo fueron llamados para no perderse como ella entraba en prisión. Jade estaba pérdida, tenía terror, miedo. No quería acabar presa, Derek fue quién arruinó todo. Habló de la niña, una niña que ella mató.
—El Juicio, tomara un descanso de media hora. — se levantó y se fue de la sala.
La pareja salió de la sala, Amira abrazó a su marido. Iban a ganar ella tenía que cumplir condena, ella no podía salir de aquí.
—todo saldrá bien. — dijo ella abrazándole por el cuello. —Esa mujer pagará por todo. Dios mío, mató a su propia hija.
—Esa mujer no tiene corazón, está podrida. — respondió. —Ella pagará, nadie se mete con mi familia y se queda tan tranquilo.
Tocar a su mujer, fue lo peor que pudo hacer. Él perdonaba cualquier cosas, pero tocar a su mujer o hijas, era imperdonable.
Media hora después, todos entraron y se mantuvieron de pies, hasta que el juez les dio el permiso de sentarse. Jade con sus ojos cerrados, rezaba para no ser acusada.—Tenemos la sentencia de la señorita Jade Baghdadi. — dijo el juez. —Sera acusada 30 años por el asesinato a un bebé, por robo al duque Assim. Sin libertad de fianza, ni libertad condicional y pena de muerte cuando cumpla los años. — le dio un golpe al mazo.
Ella llevó sus manos a la cabeza, llorando. Mientras los demás celebraban la victoria, estaba presa y podían estar libres y sin miedos.
Jade tenía escrito su futuro y no podía salir de prisión, cuando cumpliera su plazo en prisión, acabaría muerta.
Ellos estaban felices, se había quitado una sicópata del medio.**********
Hola, bellas. Aquí tenéis otro capítulo de Amir y Amira, este es penúltimo capítulo.
Subiré mañana si puedo el último capítulo.Me da mucha pena acabarla, pero llegó a su final. Espero que os haya gustado.
Gracias por todo y todo vuestro amor y mensajes.Besos desde España, nos leemos pronto
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Una dama para el Duque 2° (saga Realeza) EDITANDO
RomanceAmir Assim Abadallah, es un Duque de Arabia Saudí. Un hombre que sufrió un desamor, pero aún el corazón de Amir, le pertenece a esa mujer. Su padre, le obliga a contraer matrimonio con la sobrina del jeque de Dubai. Amira, es una mujer que desde qu...