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Capítulo 2

" ¿Odio mutuo? "

❦ Pov: Omnisciente

Corrección final ✔

Black se levantó de golpe e inmediatamente se miró a sí mismo, dándose cuenta de que no sentía ningún dolor en su cuerpo. Apretó los puños, tensando su mandíbula al recordar aquella humillación por parte de Usagi. Aquellos orbes penetrantes que no dejaban de mirarlo en el combate, y aquellas palabras que parecieron un desgarro directo en su orgullo.

Bajó la mirada para ver a la shin-jin, quien estaba sentada en el suelo, con una mueca de dolor mientras se sobaba la cabeza. Sus ojos aún parecían estar dando vueltas por el duro golpe que se dio contra la cama.

«Ya es el primer día y casi me mata», pensó Kisaragi antes de ponerse de pie y limpiarse su vestimenta, tirando una menor cantidad de polvo. Ella dirigió su cabeza hacia Black.

—Entonces sigues vivo —dijo sin un ápice de alegría o preocupación.

—Por supuesto, no moriría fácilmente —dijo sin ocultar su molestia.

—Sí, Shallot tenía razón, a las cucarachas no las matas con nada... —murmuró.

Kisaragi tuvo la mala suerte de que su murmullo llegara a los oídos del de cabello azabache. Él mantuvo su expresión llena de molestia, lo que ocasionó que la shin-jin sintiera un intenso hormigueo por todo su cuerpo y tragara grueso.

—Quiero que lo repitas —ordenó Black, con una voz demandante mientras se acercaba a la femenina.

—¡¿Eh?! ¡¿Repetir qué?! ¿Estás alucinando? Porque yo no dije nada —expresó con un nerviosismo notorio. Ella dirigió su carrito hacia donde estaba Black para depositar el té en una pequeña taza—. Como solías ser un aprendiz de kaio-sama, me imagino que te gustará el té, ¿no?

Black asintió, apenas cambiando su semblante a uno más tranquilo. Tomó la taza de porcelana que Kisaragi le entregó, tratando de olvidar ese molesto comentario. ¿Hace cuánto que no convivía con otros dioses? Desde que llegó a ese mundo, únicamente los asesinó y reclutó a su otro yo de esta línea temporal. Los últimos que llegó a ver antes de morir fueron a su maestro y al Supremo Kaioh del universo siete.

Él llevó la taza a sus labios para pasar el té por su garganta y sentir ese exquisito sabor a yerba que tanto le gustaba. Este tenía un sabor bastante bueno, quizás mejor que el que preparaba su otro yo, con gusto fresco y con un agradable toque amargo.

No tardó mucho en volver a ver a Kisaragi.

—Quiero que me respondas algo —dijo Black con seriedad, lo cual hizo que Kisaragi se pusiera nerviosa por su mirada presionante—. ¿Quién es esa mujer? Hablo de Usagi.

Kisaragi parpadeó un par de veces, extrañada por la pregunta de Black. Si bien no tenía mucho que lo conocía, jamás había pasado por su cabeza que él llegase a preguntarle acerca de la mujer, considerando su indiferencia hacia ella y Shallot. Sus dudas comenzaron a carcomerla y no pudo evitar preguntarle:

—¿Por qué te interesa saber acerca de Usagi? —preguntó arqueando una ceja mientras esperaba la respuesta por parte del otro individuo.

Destinos y sueños rotos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora