﹒⌗﹒ 🌊﹒ᥣ᥆᥎ᥱ𝑟 | 𝑷𝒆𝒓𝒄𝒚 𝑱𝒂𝒄𝒌𝒔𝒐𝒏 ᡣ𐭩

⋆.˚ 010 𐙚Water꒱ ᯓ★

Water

Percy caminaba de regreso a la cabaña de Hermes luego de apagar la pequeña ofrenda. La luz de la luna era lo poco que le ayudaba a ver, pero al llegar a la al final de los baños por donde iba se encontró a Clarisse y sus amigos.

—Hola, ¿no pueden dormir? —cuestionó Percy, pero ninguno le respondió.

Simplemente lo tomaron del sueter que portaba y con muy pocos jalones lo aventaron al suelo de los baños.

—Todos los nuevos llegan pensando que son especiales. —dijo Clarisse. —¿Te crees especial?

Percy frunci9 levemente su ceño.

—No. —respondió con una voz temblorosa.

Los dos acompañantes de Clarisse se acercaron a él y lo levantaron tomándolo de los brazos.

—Dime que inventaste todo lo del minotaurio y te dejaré ir. —habló Clarisse.

—No invente nada.

Clarisse se limito a mirar a sus dos acompañantes y luego al escusado. Los dos chicos jalaon a Percy hasta el baño y lo arrodillaron metiendo su cara a pocos centímetros del agua.

—Algunos aprenden por las malas.

Clarisse río. Sin embargo, el agua del escusado se absorbió por completo dejando a los cuatro confundidos. Los que sostenían a Percy se levantaron y miraron confundidos hacia el escusado. Tras unos segundos, tres grandes chorros de agua salieron de este apuntando a Clarisse y sus amigos. El agua los empujo con tal fuerza que terminaron en el suelo empapados y la madera que cubría el cubículo salió volando.

El primer chico salio corriendo mientras las otras dos miraban a Percy y se sacudía. Percy se había levantado y miró confundido hacia las chicas. La segunda chica salió caso corriendo dejando sola a Clarisse. Esta miro a Percy y fue con sus amigos.

El rubio miró confundido todo, cuando salió del baño se encontró con Annabeth y Winfred recargadas en la puerta. La rubia, quien llevaba minutos quejándose con Annabeth sobre el sueño que tenía estaba sorprendida y Annabeth, a diferencia de Winfred, solo miraba al chico.

—Puedo explicarlo. —dijo Percy.

—No, no puedes. —dijo Annabeth negando con la cabeza.

—Okey. Espera, te conozco.

Annabeth miró a Winfred confusa, esta solo se alzó de hombros por lo que Annabeth miró de nuevo a Percy.

—No, no es cierto.

—Sí, pero estabas ahí. Esa noche, en la enfermería.

Annabeth se alzó de hombros.

—Sí, soy Annabeth.

—¿Estás acosandome Annabeth?

Annabeth alzo una ceja y asintió.

—Sí.

—Okey, ¿por qué?

—Porque estaba esperando a ver si algo como esto pasaba. Tal vez puedas ayudarme.

—¿Ayudarte a qué?

—A capturar la bandera. —respondió.