Quién diría que un Omega barista de 18 años el cual va a su típica cafetería a ganarse el día a día tratando con los clientes y aveces con el mal humor que traían, que lo tenía tan agotado, se relacionaria con uno de los mafiosos más despiadados el...
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"Creo que ese fue el ultimo.." Mencione cansadamente mientras pasaba mi brazo por mi frente quitando el poco de sudor que está tenia, es un gran alivio ver salir al último cliente después de un largo día de trabajo en la cafetería, ahora solo me quedaba limpiar.
El primer día de la semana el local se llena de gente que comienza su trabajo bebiendo un café en la tarde o pasando a recogerlo cuando salían de su casa en la madrugada, cosa que me beneficia mucho.
No era muy lindo tener que cerrar la cafetería a estas horas, desde lo que paso la última vez, me da miedo salir a esperar afuera de noche, pero valía la pena estas horas extras de trabajo.
Yo ahora estaba limpiando una de las mesas para poder comenzar a cerrar y apagar todo, me asegurare de pedir un taxi para poder irme hacia mi casa, yo tenía la ilusión de que Kazuha podría pasarme a buscar pero el último mensaje que le envié solo lo vio y se desconectó de WhatsApp.
¿Y si dije algo malo? El había mencionado que tenía un asunto de trabajo y yo luego le comenté si podría pasar por aquí, desde mi punto de vista se vio de mal gusto...creo que me estoy comenzando a mostrar algo desesperado.
Pero tengo mi justificación, no han parado de llegarme pensamientos intrusivos acerca de el y lo que paso ayer, tampoco he podido olvidar el pequeño beso tímido que dejo en mis mejillas aquella noche, por suerte se fue en en ese instante porqué si se hubiera quedado no creo que aguantaría un segundo más mis ganas de querer besarlo.
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El tiempo limpiando la mesa parecía ir rápido cuando me sometía a mis pensamientos, era increíble la forma en que me disociaba tan rápido cuando hacía algo que no requería mucha concentración.
pero esos pensamientos se largaron de mi mente cuando senti un brazo alrededor de mi cintura abrazandome por detrás, me hizo estar consciente en mi lugar, sacandome un sonido de sorpresa.
Por instinto mire hacia atrás estando en alerta, pero relaje la tensión de mis músculos al instante que me encontré con esos rojizos ojos que yo estaba deseando hace rato...Kazuha, el estaba aquí, mirándome con una cálida sonrisa posada en su rostro.
