CAPITULO 5: El peso de las cartas

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14 de Noviembre de 2020. 3:10 p.m.

Celeste y Victoria esperaban pacientemente dentro del restaurante una vez que estaba casi vacío. Solo el sonido del personal que terminaba sus tareas llenaban el ambiente. Victoria miró su reloj y luego suspiró, apoyándose en la pared.

-No puedo creer que me haya castigado así -dijo Victoria, sacudiendo la cabeza.

Celeste, que estaba guardando su delantal, se giró hacia ella con una expresión comprensiva.

-Tu mamá solo se preocupa por ti, Vic. Llegar tarde a casa le dio un buen susto.

Victoria cruzó los brazos y frunció el ceño.

-Cuando llegué ni siquiera se veía tan preocupada. Además, siento que Luz se va a cansar de esto. Apenas salimos una vez y ya...

Celeste se sentó en una silla cercana y se quedó mirando a Vic en silencio 2 segundos.

-Luz parece una chica genial. Estoy segura de que lo entiende. Además, siempre hay formas de mantenerse en contacto. ¿Han hablado de eso?

Victoria suspiró, mientras se sentaba junto a Celeste, apoyando los codos en las rodillas y mirando al suelo.

-Acordamos en llamarnos para poder pasar tiempo juntas, pero siento que no es suficiente.

Celeste sonrió y le dio un ligero golpe en el hombro.

-Pues tal vez es hora de hablar con ella. Dile cómo te sientes. Estoy segura de que lo entenderá.

Victoria asintió, sintiéndose un poco más esperanzada. Justo en ese momento, la puerta de la oficina se abrió y salió su madre, con las llaves del restaurante en la mano.

-Listo, chicas. Hora de irnos -anunció la mamá de Victoria, con una sonrisa cansada pero afectuosa.

Celeste y Victoria se levantaron y se dirigieron a la salida. Subieron al coche y, durante el trayecto, las dos amigas siguieron conversando.

-Sabes, recordé que alguna vez estuve en tu misma situación -dijo Celeste, mirando por la ventana mientras veía pasar los edificios de la ciudad-. Pensé que mi novio se iba a cansar de mí, pero al final nos hizo más fuertes.

Victoria giró la cabeza hacia Celeste, interesada.

-¿En serio? No sabía que habías pasado por algo así.

Celeste asintió.

-Sí. Jorge y yo también organizábamos llamadas nocturnas, y aunque no podíamos vernos tanto como queríamos, esas conversaciones nos acercaron más. A veces, lo que parece un obstáculo puede ser una oportunidad para fortalecer lo que tienes.

Victoria sonrió, sintiéndose un poco más animada. Cuando llegaron a casa de Celeste, se despidieron rápidamente, y Victoria continuó su camino con su madre.

Los días pasaban lentamente, pero Victoria y Luz encontraron su ritmo. Durante la semana, Victoria solía estar ocupada en las tardes realizando sus deberes, y Luz debía madrugar para ir a trabajar al día siguiente, por lo que las llamadas nocturnas se volvieron imposibles. Sin embargo, los sábados, cuando Victoria no tenía clase y Luz también podía desvelarse, esas llamadas se convirtieron en su salvavidas, un respiro en medio del caos.

Una noche de sábado, después de un tedioso turno en el restaurante, Victoria estaba emocionada por la llamada que tendría con Luz.

Se acomodó en su cama, esperando la hora acordada.

Incluso comenzó a sentir un poco las náuseas que sentía cada que estaba nerviosa de estar con Luz.

Pero justo cuando estaba a punto de llamarla, recibió un mensaje.

"Amor, oye, quedé con mis amigas en hacer llamada para ver una peli. Te aviso por si no te contesto rápido, pero cualquier cosa que necesites, me avisas, ¿okey? Te amo mucho".

La mirada de Victoria se entristeció.

-"¿Y si te necesito a ti? :c"-. Comenzó a escribirle, pero la idea se desvaneció, y decidió borrar el mensaje.

En cambio, escribió:

-Está muy bien mi amor, tú no te preocupes, diviértete! Te amo más♡.

Y aunque quizá eso le dolía más de lo que quería admitir, sabía que sentirse así era demasiado egoísta de su parte.

Tal vez ella también necesita usar sus ratos libres en otras cosas. -pensó.

Sin embargo, Victoria no sabía que más hacer.

Aunque se sentía muy cansada, también creía que debía canalizar lo que sentía en una actividad que la ayudara a relajarse.

Tomó su guitarra, y así trató de distraerse un rato tocando.

Mientras lo hacía, hizo una pausa mientras buscaba la libreta donde anotaba los acordes de las canciones para no olvidarlas, sin embargo, al hacerlo se encontró con otro cuaderno viejo que llamó su atención.

Lo tomó con curiosidad y lo abrió, descubriendo una carta que había escrito para Luz hace tiempo.

Victoria había olvidado por completo esas palabras. Sus manos temblaban mientras leía cada uno de los versos.

"Mi luz,

Hay algo que llevo tiempo queriendo decirte, y no encuentro la manera de hacerlo sin romperme. Siento que cada día me vuelvo más consciente de esto, aunque me duela en lo más profundo.

He pensado en que necesitas y mereces una vida plena, fuera de mí. Alguien que te impulse hacia adelante, que persiga sus propios sueños y que sepa apoyar los tuyos con firmeza y determinación. Pero yo... yo no quiero ser el obstáculo que se interponga en tu camino hacia esa vida. No puedo permitir que te amarres a alguien como yo.

Dices que puedes "esperarme" para siempre, pero sé que no es justo para ti. Estás en una etapa crucial, llena de oportunidades y de sueños que aún no se han cumplido, de personas por conocer. Y aunque agradezco profundamente cada momento que hemos compartido, mereces vivir y experimentar todo eso sin este peso extra.

No puedo simplemente sentarme aquí y verte sacrificar tu felicidad por mí. Y sé que necesitas a alguien que pueda sobrellevar lo que siente, alguien que no esté tan atrapado en sí mismo. Lamentablemente, no soy esa persona. Me dejo llevar por mis emociones, me hundo en ellas, y eso es algo que aún necesito aprender a manejar.

Por eso, te pido que no me ames, no me odies. No quiero ser el pensamiento recurrente que te distraiga de tu camino, porque siempre he querido lo mejor para ti. Si esto es un adiós o un hasta pronto, lo único que deseo con todo mi ser es tu felicidad, incluso si eso significa que sea sin mí.

Sé que esto suena definitivo, y quizá lo sea. Pero lo hago con la esperanza de que puedas encontrar la luz y la alegría que mereces. Vive tu vida al máximo, persigue tus sueños, y encuentra a alguien que pueda caminar a tu lado sin titubear.

Te amo más de lo que mis palabras pueden expresar, y precisamente por eso, debo dejarte ir. Porque amarte significa querer lo mejor para ti, incluso si eso me rompe el corazón.

Con todo mi amor y dolor,

Vic"

Victoria cerró el cuaderno de golpe, su corazón latiendo desbocado. Se quedó mirando la portada, recordando el dolor que había sentido al escribir esas palabras. La realidad de sus inseguridades y miedos volvía a golpearla con fuerza.

Hace un tiempo, Vic terminaría con Luz porque sentía que Luz necesitaba avanzar en su vida, mientras que ella se sentía atrapada.

No podían verse, la madre de Victoria aún no era consciente de su relación, y la mantenía oculta de ella y de los demás, así como desconocían completamente su orientación.

Se dejó caer en la cama, abrazando el cuaderno contra su pecho.

El eco de la carta resonaba en su mente, y se preguntó si realmente podría ser el obstáculo que tanto temía. La noche avanzaba lentamente, y Victoria se quedó en silencio, perdida en sus pensamientos, sintiendo cómo el peso de su amor y su dolor la abrumaban una vez más.

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⏰ Última actualización: Jul 15 ⏰

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