Nuwew odiaba que su padre no pudiera aceptar que era gay, lo odio el día que lo envió a las fuerzas armadas para "enderezara su camino". Pero lo que más odio, es que lo separara del hombre que tanto amaba.
El coronel ZeePruk, nunca pensó que sería d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cada mes, los soldados recibían cartas de sus seres queridos, lo que les brindaba un consuelo en esos momentos en que la reunión en persona era imposible, coincidiendo con su día de descanso. Nunew, al igual que sus compañeros, se sentía emocionado, esperando que su madre le hubiera escrito. Así que se dirigió rápidamente hacia la orilla de la playa, situada más allá del bosque de entrenamiento.
Con sumo cuidado, abrió el sobre de la carta, pero en lugar de alegría, una oleada de inferioridad y tristeza lo envolvió. Sentado en la arena, comenzó a leer en silencio.
Nunew:
Recientemente he recibido la evaluación del coronel Panich sobre tu primer mes en la milicia y me permito expresar mi decepción. ¿Cómo es posible que seas el primer soldado en ser enviado a la celda de castigo?
No te envié para esto. Estoy verdaderamente desilusionado; no puedes ser tan débil y tonto, y mucho menos avergonzarme con ese comportamiento rebelde y desafiante. ¿Qué te ocurre? Por una vez en tu vida, sé un hombre. Chawarin, necesito que actúes como tal; no quiero volver a recibir quejas de este tipo sobre ti.
Atentamente, Korn Perdpiriyawong.
Nunew limpió rápidamente las lágrimas que caían por su rostro, aunque pronto otras más se unieron a las primeras. No tenía idea de que el coronel evaluaba su desempeño, y menos aún que su padre estaría al tanto de ello. No se dio cuenta de cuándo sus sollozos se volvieron más intensos, hasta que un coronel que descansaba no muy lejos escuchó sus lamentos y se despertó.
-Usted tiene un talento sorprendente para molestarme, soldado. _ La voz le provocó un pequeño salto de sorpresa.
Al levantar la vista, se encontró con la última persona que deseaba ver en ese momento: Zee Pruk, quien lo observaba con una expresión cansada. Se puso de pie y le entregó la carta a su superior, golpeándose el pecho en el proceso.
-¡Todo es su culpa!. ¡Ambos son iguales, los odio!. _ Gritó con furia.
Zee lo miró, sorprendido por un instante, hasta que recuperó la compostura. _ ¿¡Qué le sucede!?.
-¿¡Por qué le dijo a mi padre!? ¡Él no tenía que saber lo que hago o dejo de hacer aquí!. _ Protestó Nunew. El coronel leyó rápidamente la carta que tenía en manos.
Fue impactante observar la forma en que el padre del soldado se refería a su propio hijo. Aunque desde el principio resultó extraño que el ministro Korn Perdpiriyawong solicitara una evaluación mensual sobre su hijo, no pudo añadir más, pues se trataba de una orden directa.