Capítulo 54: ¡Adiós a la Academia Plateada!

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La recuperación de Sorzen tomó unos cuantos días, aunque la cola cercenada seguía sin dar señales de volver a crecer con normalidad. Durante semanas, el joven Snivy debió ir por ahí con un gran y notorio muñón de vendas en la parte posterior, lo que no le resultaba nada agradable ni cómodo, sobre todo cuando debía cumplir con los castigos que la Roserade les había impuesto.

Sin embargo, sus amigos, incluyendo a la recién incorporada Vulpix de hielo, hicieron todo lo posible por apoyarlo, pero tal y como Rev se lo hizo notar tan pronto tuvo oportunidad, resultaba obvio que la cotidianidad de Sorzen estaría comprometida sin su refinada cola. Sin ella, no solo perdía el equilibrio constantemente y una manera óptima de realizar la fotosíntesis que requería cada día, sino que el Snivy se vio imposibilitado de utilizar sus técnicas de ciclón hojas y hoja aguda, y debió enfocarse en perfeccionar aún más sus látigo cepa y la desagradable constricción, además de los placajes, maliciosos y atizar. Sin embargo, el Snivy consiguió también mejorar el control de sus propias simientes naturales, consiguiendo así aprender megaagotar y drenadoras, otra de las técnicas que ya conocía de antemano por su familia pero que no disfrutaba en lo absoluto utilizar.

En el intertanto, nuevamente llegó la temida época de exámenes para los alumnos de la Academia Plateada, y con ella, los nervios y las alocadas sesiones de estudio en la biblioteca, aunque realmente, se habían vuelto mucho más agradables. Arthel seguía saliendo con sus disparatadas ocurrencias sobre "los malvados exámenes" pero ya todos sabían que lo decía para seguir con la broma que tanto les hacía reír.

Además, al terminar con esos exámenes significaría una cosa: su primer año de clases llegaría a su fin, las vacaciones estaban casi por llegar.

La misma semana de los temidos exámenes, la señora Mist le dio la maravillosa noticia a Sorzen de que podría dejar de usar aquellas vergonzosas vendas en la parte posterior, pues su cola parecía haber sanado por completo, aunque todavía deberían de esperar un par de días más antes de estar completamente seguros, y le recomendaba encarecidamente no forzar para nada los movimientos de filo hasta que la cola no estuviese restablecida del todo.

Cuando retiraron las vendas, una nueva y magnífica hoja de color verde intenso ya se encontraba en desarrollo, y a pesar de estar fuertemente plegada, con solo unas pocas horas de luz solar se expandió en toda su amplitud, demostrando ser una hoja muchísimo más grande y potencialmente eficiente en todos los aspectos de lo que la hoja anterior de Sorzen pudo ser jamás. Rev no fue la única que se quedó embelesada contemplando aquel apéndice natural de su compañero, preguntándose qué tan filosas resultarían ahora sus estocadas, y tan pronto el Snivy demostró poder manejarla igual de bien que la cola anterior, la Pawniard no perdió ni un segundo más antes de retarlo a un duelo.

[...]

Nolmaria (templo de Lugia)

Moult el Obstagoon se encontraba descansando después de un largo día trabajando en las afueras del pueblo, reparando la empalizada y acarreando pesados troncos recién talados.

Lo único que quería era un plato de comida y retirarse a descansar, tomando su ración del silencioso cocinero y dirigiéndose a la mesa de siempre, cuando una voz aguda a sus espaldas le comunicó que aquello no podría ser tan sencillo.

—¡Hola hola, Moulsi! ¿Qué tal fue tu día? ¡Uwu! — saludó agitando su mano Ina, aquella desagradable Inteleon que durante las últimas semanas había pernoctado en el refugio en lo que se decidía que hacer con su nueva vida fuera de los mercenarios de Latgium.

—Piérdete tarada...

—Ay, no digas eso, Moulsi —dijo la tipo agua sentándose junto al Obstagoon—. Estar siempre de malhumor no es bueno para la salud.

Pokémon Ausvandel: La academia PlateadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora