008: alley, trouble and Gu-won.

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No habían pasado más de dos horas cuando Do Seo-ri se alistaba para su cita. El encuentro con Gu-won, al parecer, había sido un error. Para despejar su mente, decidió conocer al hombre con el que estaba destinada a encontrarse el día anterior.

Su rostro se reflejaba a través del espejo de mano en su mesa. Los productos de maquillaje estaban esparcidos sobre la superficie de mármol. Su vista recorría los tipos de labiales que se encontraban frente a ella.

Y dos destacaron más que los demás. Un color pálido resaltaría con aquel pintalabios rojo, sería sensual y provocativo. Por otro lado, el labial coral también estaba entre sus opciones; podría mostrar que no se preocupó por su apariencia y se puso lo primero que encontró.

Al darse cuenta de que estaba en una indecisión sobre cuál elegir, optó por solo ponerse un brillo labial. Después de todo, si no se decidía por uno, significaba que ninguno de los dos merecía la elección.

Sus manos cubrían su rostro mientras suspiraba. Aquel maquillaje ya había sido un derroche. Ninguno de sus vestidos combinaba con él. Suspiró al observar un vestido blanco que, quizás, podría lograr hacer juego con su sombra de ojos.

Una sonrisa enorme apareció en su rostro mientras daba una vuelta observando cómo le quedaba su conjunto. Era completamente perfecto.

No solía inquietarse por lo que los hombres pensaran. Prefería estar feliz por cómo se encontraba vestida que esperar un halago o humillación de alguien que no se valoraba a sí mismo.

¿Por qué buscar aprobación de alguien? Al final del día, la única persona que debería estar contenta con el resultado tendría que ser ella misma. Después de todo, todos tienen gustos diferentes. Pero el que más importaba era el suyo.

Ingresó a su auto dejando su bolso en el lado del acompañante. Encendió el automóvil y colocó ambas de sus manos en el volante. Su tacón presionó el acelerador y giró el volante saliendo del estacionamiento. Al fin se dirigía a ese encuentro.

Ella no pensaba en salir porque el hombre le gustara; era una cita a ciegas. Bueno, solo ella no conocía al chico. Quizás el joven había investigado sobre ella, de eso se trataba. Solo buscaban una esposa o novia; lamentablemente, ella no esperaba ser ninguna. Solo quería complacer a la señora Joo.

Una sonrisa se extendió al ver la notificación del mensaje que había estado esperando. Estacionó el auto a un costado de la calle y tomó su celular. Ladeó la cabeza al ver aquel nombre y suspiró.

— Yoon Jin-woo. Así que no estaba equivocada... — susurró el nombre que aparecía en aquel mensaje —. Ojalá que tu rostro no sea como tu nombre — se burló volviendo a manejar —. No seas tan horrible, solo eso suplico —.

MY PERSONAL DEMON | Jeong Gu-won Donde viven las historias. Descúbrelo ahora