Chapter III

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Jimin se tomó un par de días libres en la guardería. Su cuerpo lo necesitaba ahora que con peso extra y un cansancio constante afincado en los huesos todo le parecía demasiado y le hacía retirarse temprano a dormir para apenas conseguir levantarse por las mañanas si es que le apetecía estar en alguna otra posición más que supina, pero la verdadera prueba llegó a su retorno, cuando en lugar de esa calma que le invadía al verse rodeado de los cachorros le embargó en su lugar una pizca de irritación.

Y el grano de arena fue creciendo más y más conforme la mañana avanzaba. Uno de sus cachorros estaba en la dentición y lloraba. Otro tenía un sarpullido en las nalgas y requería que se le aplicara pomada. Un tercero peleó con un compañero por un juguete, y el llanto estridente de ambos orilló a Jimin a cubrirse las orejas, y con agobio salir de la habitación y tomarse unos minutos.

No era fuera de lo usual. Hoseok también tenía sus días en los que cuidar a una docena de cachorros en distintas etapas de crecimiento le resultaba más de lo que podía lidiar con sus capacidades actuales, pero Jimin tenía la impresión de que su caso era distinto al de otras veces. Esta vez, en lugar de requerir unos minutos y sentir como el estrés disminuía con cada respiración, se encontró pensando que si tenía que volver al interior del edificio iba a tener él mismo un acceso de llanto.

Su paciencia se había desgastado hasta ser mínima, y no podía más que acusarse a sí mismo de ese cambio. La última semana había sido de locos, retornando a tiempo completo con Hoseok y Yoongi a casa de estos, y reponiendo fuerzas mientras la herida de su hombro sanaba, y Jungkook brillaba por su ausencia... ¿Lo había apartado de su vida? Sí, en efecto. ¿Había especificado que sería él quien establecería contacto primero? Sí, pero... ¿Lo deseaba así de verdad? ¿Quería tener sobre los hombros esa responsabilidad? Que además el alfa hubiera respetado sus deseos al punto de estar ausente en cualquier reunión posterior de la manada (y sus amigos le habían confiado que ninguno tenía noticias de él desde esa noche) y no se le hubiera visto ni de lejos o existiera trazas de su olor en los sitios que frecuentaban... Jo, es que hasta podría estar muerto, y todo sería culpa de Jimin por aislarlo.

—¿Tardarás más? —Se asomó Hoseok a corroborar si Jimin estaba bien, pero como único encargado, no podía quitarles el ojo de encima a los cachorros para atender a su amigo.

—Un minuto más y vuelvo —pidió Jimin, forzando una sonrisa—. Sólo estoy... ¿Cansado? Esa pelea de antes me puso un poquitín los nervios de punta.

—Es comprensible. Toma el tiempo que necesites.

Y dejándolo de vuelta a solas porque el llanto urgente de uno de sus cachorros se lo requirió, Jimin volvió a sus oscuros pensamientos.

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⏰ Última actualización: Dec 31, 2023 ⏰

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