𝑴𝒓 𝒁𝒐𝒍𝒅𝒚𝒄𝒌 𝑴𝒐𝒓𝒐𝒘 | Hisoillu

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Cuatro efímeras horas se deslizaron insidiosamente por el reloj del destino, y en ese lapso, Illumi se vio inmerso en el tortuoso yugo de una fiebre implacable.

En el santuario de la inconsciencia, el rostro de Illumi se tornó un lienzo pálido, y su figura, antes imperturbable, se veía ahora postrada ante el fustigante embate de la dolencia. Sudor perlaba su frente, como gotas de angustia que pugnaban por escapar de la prisión de su propia piel. Cada fibra de su ser resonaba con la melodía incesante de la aflicción, mientras se retorcía en la vorágine febril que lo arrebataba de la realidad.

En contraparte, Hisoka, apenas se había desplazado unos escasos milímetros de su posición inicial. Como si el tiempo se hubiera suspendido a su alrededor, permanecía imperturbable, una figura inmutable en la escena del sufrimiento. 

Eran ya alrededor de las cinco de la mañana, el cuerpo del descolorido joven pareciese haber culminado su lucha con aquella peligrosa sustancia, ganando en la revuelta pues, había dejado de gimotear y exudar desde hace ya unos silenciosos minutos.

Por fin, se decidió el mayor por levantarse, se aseguró que el estado físico del pelinegro estuviera estable antes de ingresar despreocupadamente al baño del primogénito, no se molestó en cerrar las puertas del cuarto de baño, se despojó de sus vestiduras y empezó a tomar una cálida ducha, al culminar con su acción se deshumedeció un poco con la toalla antes utilizada con su compañero y sin ningún pudor salió completamente desnudo en dirección al ropero del pelinegro, eligió algo que le simpatizara con su estilo y se adueñó naturalmente del conjunto ¹, su cabello seguía empapado y, al proponerse seguir con su rutina de cuidado se topó con la sorpresa de la falta o mejor dicha nula presencia de maquillaje en el cuarto de baño del hijo mayor de los Zoldyck. - Que decepción ♠ - se dijo a sí mismo algo desanimado.

Al estar aseado y haber cumplido con parte de su rutina de cuidado (parte importante de la personalidad de este actor, al ser sumamente pulcro), tuvo que admitir que estaba algo aburrido, en otras palabras, había pasado toda la noche cuidando y protegiendo a su juguete (en palabras del mismo Hisoka), sin que él se lo pidiera, por supuesto. 

Con confianza, osó en abandonar la recamara de su socio para ir a explorar la mansión utilizando zetsu ², realmente, estaba siendo precavido, incluso para su naturaleza, no quería emplear ren y alertar a todos los que pudiesen estar en la residencia. Mantenía un perfil bajo, o al menos, hasta ahora.

Se topó con lo que parecía un área enorme dedicada a la cocina ³, algo desolada para su gusto, se preguntaba si tenía que ver con la matanza que había hecho el día anterior con el personal de servicio. Registraba las gavetas de la cocina en busca de algo emocionante que saciara su hambre más humana, localizó una de sus frutas exóticas favoritas (Carambola ⁴) y no dudó en degustarlas.

Siguió avanzando para recorrer toda el área de cocina, la cual, había sido poseída por un fuerte aroma a manzana pues, ahora, llevaba en sus manos una copa de vidrio saciada con vino blanco en ella. 

Se llevó su cuota diaria de asombro al toparse en aquel comedor de madera con finos acabados al genuino Silva Zoldyck, sentado tranquilamente mientras ingería lo que parecía ser una bebida caliente, aunque despedía un sospechoso olor, tal vez se trataba de algún veneno raro...

Colosal fue la impresión que embargó al líder supremo de la familia al encontrarse cara a cara con el personaje en cuestión. Con una serenidad imperturbable, se dispuso a desgarrar la quietud reinante, tomando la iniciativa en la ruptura del silencio con un aplomo que denotaba la solidez de su liderazgo.