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Pablo Gavi

Las fiestas por fin habían pasado, eran principios de enero y ambos chicos estaban en Barcelona disfrutando lo que restaba de vacaciones.

—oye mi amor— le llamo Pedri.

—¿si?— respondió Pablo indicando que estaba escuchando.

—Laporta nos ha dicho que el encargado de redes sociales nos quiere ver— el sevillano le miró con una mueca.

—¿a ambos?— el canario asintió. —no lo sé, no tengo buen presentimiento— negó con una mueca.

—no es nada mi vida— negó con la cabeza y se acercó para darle un piquito a su novio.

—¿a que hora?— el canario miró su celular.

—a las 3:30– asintió de forma lenta y caminó detrás de Pedri quien se dirigía a su cuarto.

—¿que haces?— pregunto Pablo a Pedri quien se desvestía con lentitud.

—me voy a duchar— respondió con simpleza.

—¿sin mi?— su pregunta salió con tanta obviedad y tan natural que Pedri rio ante eso.

—si, si no llegaremos tarde— el sevillano lo miro ofendido y se quitó la camisa para acorralar al canario.

—¿y que importa?— susurro en la oreja de su novio y Pedri no pudo pasar sus dedos por el pecho desnudo de Pablo.

—que son nuestros jefes— respondió con obviedad y se levantó para irse a duchar, Pablo pensó que su plan funcionaría.

Espero un poco al canario que salió vestido, bueno adiós al plan B, también se duchó y salieron un poco antes a las oficinas.

Llegaron al camp Nou encontrándolo vacío, el canario se acercó a darle un beso al sevillano para luego bajar con el.

Caminaron en silencio, Pablo no tenía un sensación agradable, sentía que algo malo les iba a pasar y estaba apunto de comprobarlo.

Entraron a la oficina que les habían indicado, estaba Laporta que parecía mirarles con ¿pena? Y a su lado un ejecutivo importante de los medios de comunicación.

—chicos, adelante siéntese— les invito el señor, un hombre arrugado y con una sonrisa al parecer muy sincero.

—¿para que nos citaron?— su novio preguntó al lado de Pedri.

—miren, es algo complejo— explicó el señor delante suyo.

—pues adelante— incitó el canario.

—nos han mandado fotos de ustedes algo, agh como decirlo— se quedo un rato en silencio por la pausa. —comprometedoras— soltó y ambos chicos se miraron entre ellos.

—no entiendo— dijo Pablo mientras miraba al hombre mayor.

—pues resulta que ustedes pasaron las vacaciones juntos en canarias ¿o me equivoco?— pregunto con una sonrisa, todo cuadro para Pedri, no le habían comentado a nadie de que irían a Canarias.

—¿como lo sabe?— su pregunta salió un poco brusca, pero el chico ya estaba a la defensiva.

—veras, esa tarde que fueron a la playa en Canarias, alguien los ha visto y afortunadamente son personas de nuestro bando— explicó con una cara de cínico y Pedri lo miro con disgusto.

—no estoy entiendo— Pablo estaba un poco perdido y miraba a su novio en busca de ayuda y el chico miraba al señor con una cara no tan agradable.

—Gavi, les han tomado una foto a ustedes juntos, en la playa, y gracias al cielo es alguien de nuestro equipo, quien rápidamente me informó y me pidió corregir este comportamiento— el canario cerró los ojos con fuerza, lo que esperaba.

EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora