capítulo 1: nuevo yo

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Ya había terminado el verano y nuestro protagonista Ben Tennyson esta volviendo a su hogar, siendo acompañado por su abuelo Max y su prima Gwem, habían tenido un verano muy alocado, el que había conseguido un dispositivo alienigena con el que podía transformarse en diferentes alienigenas y se había vuelto algo así como un super héroe, salvando a quien lo necesitará.

Pero claro como todo héroe tuvo sus villanos, como un payaso loco que se alimentaba de las risas, claro y sin olvidar a sus secuaces igual de fenómenos que el, también había enfrentado a unos casa recompensas del espacio, aún chico loco que había absorbido el ADN de varios de mis alienigenas volviéndose una amalgama de ellos, o un pulpo alienígena gigante que quería el Omnitrix para conquistar el universo... pero el más raro era un anciano loco que experimentaba con animales volviendolos monstruos.

Aunque fue extraño y fabuloso el verano sinceramente extrañaba mi casa, mi mamá y papá, hace mucho no los veí y sería divertido poder contarles todas sus aventuras, aunque el abuelo les dijo a él y ha Gwen que no dijeran nada sobre todo lo sucedido en el viaje, pero bueno se que tarde o temprano mi secreto como héroe tendrá que salir a la luz.

—bueno Ben vienvenido a casa— dijo el abuelo Max parando el camper afuera de la casa de Ben quien observo hacía afuera viendo a sus padres esperándolo.

—gracias abuelo, dijo acercándose a la puerta con su bolso, fueron las mejores vacaciones de todas— dijo dándole un fuerte abrazo antes de salir del camper y dirigirse abrazar a sus padres quienes lo recibieron con los brazos bien abiertos.

—hola Ben, dinos ¿como estuvieron tus vacaciones?— dijo su padre mientras caminaba a la casa acompañado de su esposa he hijo.

—pues... fueron divertidas.

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Mientras Ben contaba sus anécdotas a sus padres claramente ignorando las partes alienigenas algo más pasaba, a las afuera del pueblo en una casa abandonaba alguien se encontraba observando unos planos, era alguien que parecía ya estar en la mediana edad, las canas cubrían todo su cabello y las arrugas se notaban.

—por fin... los planos están listos, si esto sale bien... dejaré este inmundo cuerpo de anciano y tendré algo mucho mejor— dijo aquel anciano conocido como Animo mientras veía los planos. —bueno solo falta conseguir el material— observando todos los componentes de su maquina en una lista.

Observo la lista tranquilo mientras sonreía para luego caminar hacia el sótano de aquella casa observando barias cajas de cristal, todas tenían algunos animes diversos, desde ratones, ranas toro, hamsters, hormigas y etc.

—bueno creo que comenzare mañana en la mañana con la cacería de recursos— dijo Animo subiendo las escaleras del sótano y subiendo al piso principal, llenadose a dormir.

Los días pasaron, Ben comenzó las clases nuevamente, siendo recibido por su bully Crash, quien como todos los años lo metió dentro de su casillero antes de ir se a clases, un día normal para Ben sinceramente, pero eso fue lo menos destacable de todo, ya que durante varios días Ben vio por las noticias como diversos materiales por toda la ciudad desaparecían misteriosamente, claro dejando un gran agujero a su paso pero no se podía encontrar la explicación de donde salían era desconocida pero algunas imágenes sacadas de cámaras mostraban grandes criaturas verdes.

Ben no actuó durante esos días al estar concentrado en la escuela pero unas semanas después mientras cenaba con su familia observo por las noticias un ataque el directo de aquellas ranas mutantes, algo que para el era conocido, rápido se levanto de la mesa dispuesta actuar sin que sus padres se enterasen.

—provecho— dijo este corriendo hacia su cuarto y desconcertando a sus padres. —bueno, ¡es hora de volver hacer héroe!— dijo aplastando su reloj mientras se transformaba.

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