Forever & Ever | Chestappen

I can't see me lovin' nobody but you for all my life

Capítulo único: Feliz año nuevo mi pequeño Max

Desde que decidieron darse una oportunidad supieron lo complicado que sería reunir a ambas familias bajo un mismo techo.

El primer año nuevo lo lograron, Jos aceptó recibir al mexicano junto a su familia con la condición de que no hubieran muestras de cariño entre él y su hijo. Al inicio Max se rehusó a aceptar esto puesto que él y Sergio ya llevaban un año de matrimonio y le parecía absurda la propuesta de su padre, aún así lo consultó en la noche con su marido quien aceptó argumentando que lo único que quería era ver a todos los que amaba reunidos en una misma mesa compartiendo risas y anécdotas.

La familia de Sergio llegó desbordando alegría y se podía notar la emoción en cada uno. Todos sabían quién era Jos Verstappen pero ninguno había tenido la oportunidad de conocerlo en persona.

Cuando la noche cayó la casa de los Verstappen se iluminó con cientos de luces navideñas mal puestas y un árbol que parecía haber sido puesto a las carreras. Sergio al ver esto rió, por pláticas nocturnas sabía que Jos no era muy fanático de las celebraciones decembrinas por lo que dedujo que Max había decorado solo para verlo feliz a él y a su familia.

A la hora de la cena todos ayudaron a poner la mesa ya que Jos parecía no tener la más mínima intención de querer atender aunque sea por educación a la que, le guste o no, ahora era su familia. 

Max y Checo tenían bastante tiempo viviendo juntos en un departamento en Mónaco; durante su noviazgo y ahora matrimonio se habían compartido recetas que les recordaban su niñez. Los Pérez ayudaron llevando a la gran mesa el sinfín de platillos que Max, con ayuda de un chef profesional, cocinaron para la cena.

—Tú quieres comprar a mi familia con comida ¿verdad cabrón?— Sergio río mientras veía entrar a Max a la cocina.

—Es para mantenerlos distraídos mientras tú y yo le damos duro a la primera meta de año nuevo...—dio una fuerte nalgada a Sergio quien se sonrojó como nunca antes—...cabrón...—susurró en su oído.

—Cálmate wey, tu papá nos puede ver y me va a mandar a la verga con todo y mi familia—lo apartó ocultando su sonrojo, Max era un hombre muy dulce pero cuando se ponía cachondo sacaba su lado más sucio.

—Mejor vamos a cenar— lo empujó suavemente del hombro recordando siempre evitar las muestras de cariño, sabía la forma de ser de su suegro y lo que menos quería era molestarlo, a pesar de los malos tratos que había recibido durante todo este tiempo lo quería, porque al final de todo era el padre de su esposo y abuelo de sus futuros hijos.

—¿Pero sí me vas a dejar hacerte un bebé o no chaparro?— dijo Max sujetándolo del brazo y haciendo ojitos de perrito, la mejor técnica para hacer que Checo hiciese lo que él quería.

—No lo se Max, estamos en casa de tu papá y aparte me da pena—revisó que nadie más estuviera con ellos.

—¿Pena de qué? si ya me viste hasta las amígdalas amor—lo jaló suavemente dejándolo acorralado entre su cuerpo y la barra.

—Ja ja ja que chistoso eres Max— rodó los ojos— no lo decía por eso, lo decía porque hasta donde yo se esta no es tu casa y me daría pena que tu papá encontrara a nuestros chamacos regados por ahí.

—Por eso no te preocupes, te los dejo ir y asunto arreglado— rió haciendo enfadar a Sergio.

—Max Emilian Verstappen ya cállate el hocico—Sergio bien sabía que darle de beber con el estómago vacío y con una abstinencia de meses era mala idea—Mejor quítate que ese silencio me está empezando a asustar—ahí Max se dio cuenta que se había pasado un poco.