Capitulo 8

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Es algo incómodo que estos tres chicos tengan sus ojos en mí, estoy deseando que el descanso termine y todos vuelvan a la reunión.

-Nena, cambia la cara que no mordemos eh -me dice Gustavo riendo y Zeta se rie a la par de él.

-Ja ja ja -le digo en modo de sarcasmo y cruzando los brazos, .

Veo de reojo cómo Charly niega con la cabeza y saca una pequeña sonrisa.

-Bue, menos gracia que un allanamiento tiene esta -Dice Gustavo.

Veo como Zeta con una fingida tos disfraza la risa y Charly aprieta sus labios para no reír.

Achico mis ojos y le lanzo una sonrisa.

-¿Y vos siempre sos así? -le pregunto.

-¿Asi cómo?-pregunta él.

-De pelotudo-le respondo.

--¿Dónde está el cuarto Soda? -pregunta Zeta notando que Gustavo se estaba hartando.

-Con mis viejos,este no es lugar para un nene de dos años-le digo y me voy.

Camino despacio hasta mi oficina y me doy cuenta de que con risas y chistes desubicados de Gustavo, Charly se acerca a mí.

Solo.

Toda su atención está puesta en mí.

Me digo a mí misma que es un poco bobo darle importancia al hecho de que en este mismo instante se siente al lado de mi silla, toda la intensidad de sus ojos azules están dirigidos hacia mí.

Llevo una mano hasta mi mejilla y la siento tan caliente que me sorprende, estoy colorada como una nena con su primer novio.

Yo nunca me sonrojo, no tan fácilmente.

-Te pusiste colorada - Charly señala lo obvio con una sonrisa de lado, viendo mis mejillas.

-Me estás mirando mucho -le digo antes de siquiera pensar, haciendo que la sonrisa de él se ensanche.

-¿Te hace poner colorada que te vea? -me cuestiona.

-No -miento.

-¿Por qué no queres hacerlo?

-¿Por qué no quiero hacer qué?

-Escribir nuestra biografía -me aclara.

Yo me quedo en silencio y paso una mano por mi cuello.

Me extraña el hecho de que sus ojos se enfocan en mi mano izquierda.

-No hay anillo -dice en voz baja.

En un principio yo no entiendo a qué se refiere, ni por qué él suponía que yo tendría que llevar un anillo en mi dedo anular.

«Piensa que estas casada boluda» dice mi subconsciente

-No estoy casada. -le digo,poniendome un poco nerviosa.

-¿Y por qué estabas sola ese día? -me pregunta.

-El parto se adelantó. Estaba sola en casa de mis viejos-.

-¿Y el papá? -

-No entiendo por qué haces estas preguntas -le digo.

-Estoy esperando una respuesta -es lo que dice.

-El papá no se quiso hacer cargo -eso es más de lo que estoy dispuesta a decir-. Pasé mi embarazo sola, no iba a llamar a mi bebé con el nombre de alguien que no lo quiso en su vida -sin darme cuenta, suelto un suspiro, luego lo veo directamente-.

Él ríe y niega con su cabeza, como si mi respuesta hubiese aclarado una pregunta universal y crucial para la humanidad.

-Me pasé días, después de ayudarte, pensando en vos y el bebe, Gustavo me jodia con eso, creo que estaba un poco emocionado-

-Gustavo es un poquito jodon,no? -indico.

-Pero es una buena persona, de alguna forma esa personalidad es lo que hace que todos lo amen.-

-Me caen bien ustedes eh -admito y él palmea mi pierna.

-Entonces escribi nuestra biografía -me pide-. Estamos negociando con esta editorial desde hace meses, nos mandaron muchos escritos de los escritores, correctores y demás de esta editorial. Hubo algunos que nos gustaron y otros que desechamos rápidamente, pero cuando Fernanda nos hablo de vos, no tuvimos duda de que eras la indicada para escribir este libro-me dice

-Pero Charly, yo nada más corrijo,no escribo-le digo con pena.

-Tenes talento Candela, y lo sabes. Te mereces ser más que una correctora. Yo realmente quiero que conozcas nuestra historia.-me dice.

Yo solo me quedo viéndolo durante largos segundos.

Sus ojos azules no dejan escapar a mis indefensos ojos verdes.

-Descanso terminado -escucho la voz de Fernanda-. Seguimos con la charla.

-Ya vamos Fer—le digo.

Volvemos a la reunion y siento la mirada de Fernanda sobre mi.

—Bueno —dice Fernanda, fingiendo no haber notado la atmósfera en la que nos encontrábamos—. Si Cande no quiere hacerlo, no la podemos obligar, pueden trabajar con…—

«Tenes talento Candela, y lo sabes. Te mereces ser más que una correctora».

Tengo talento, él lo cree.

Mis profesores lo creyeron, mis viejos lo hacen.

Mis hermanos lo hacen, mi mejor amiga lo hace.

Y, sobre todo, yo también lo creo.

Charly tiene razón, yo merezco mucho más que corregir la historia de otros y escribir un cuento.

Quizás es mi momento.

—Fer,al final lo pense bien y si,voy a escribir la biografia de los chicos—le digo y veo como a Fernanda se le dibuja una sonrisa.

—¡Vamo' nena!—dice Zeta a la par con Gustavo y yo me rio.

«Creo que en el fondo no es mala idea».

«Creo que en el fondo no es mala idea»

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