Pokémon: Aventuras por Kanto y Más Allá

Capítulo XXIX: El Destino de Tsubasa

Opening: The Day (Boku no Hero Academia Opening 1)

Finalmente había llegado la gran final de la Liga de Kanto y Johto. Gente de toda la región vino al Estadio Sekiei para presenciar esa batalla en vivo y en directo. La madre y la abuela de Tsubasa vinieron a apoyar al joven, y la madre y el hermano menor de Satoshi vinieron casi por lo mismo. Ah, y Hyuga cerró su puesto de dulces para poder ver a sus dos amigos combatir.

Tsubasa sonrió de forma confiada— ¿Estás listo para perder, Satoshi?

—Más bien, listo para ganar —dijo Satoshi—. Te venceré aquí y así estaré un paso más cerca de convertirme en un Maestro Pokémon.

A lo que Kaede respondió— ¡Eso lo veremos aquí y ahora! ¡Esta será una batalla de 6 contra 6! ¡Terminará cuando el equipo de un Entrenador no pueda continuar! ¡Ambos son libres de usar una mecánica de combate, en caso de poseerla! ¡Bien, con eso dicho, que ambos contendientes saquen su primer Pokémon... Ahora mismo!

Tsubasa y Satoshi estaban por sacar a su primer Pokémon, pero de repente, ocurrió un temblor y, del campo de batalla, salió disparado un rayo de color púrpura hacia el cielo. También estaba pasando lo mismo en los demás estadios de Kanto y Johto, provocando que ambas regiones quedaran cubiertas por una nube púrpura, lo que hizo que Hyuga y Tsubasa dijeran— Oh no. Está pasando.

—¡¿Está pasando?! ¡¿Está pasando qué?! —preguntó Koharu y el Pokefílico respondió— ¡Es una larga historia! ¡Pero, en resumidas cuentas, Wataru acaba de volver y está a punto de empezar la batalla final!

Todos evacuaron el estadio lo más rápido posible, pero no lograron llegar muy lejos, ya que había muchos Pokémon salvajes controlados, rodeándolos.

—¡¿Pero cómo es que Wataru pudo regresar?! —preguntó Sakura totalmente horrorizada—. ¡¿Tsubasa no lo había hecho que se lo cargara el payaso?!

Kaede, tratando de buscar una buena explicación, dijo— Si no me equivoco, después de que Tsubasa destruyera su cuerpo usando el antídoto, Wataru no quiso esperar otros 500 años para completar su plan, así que reunió energía vital de Pokémon por los últimos días y usó esa fuerza para volverse uno con Kanto y Johto. Ahora, todos los Pokémon que no pertenezcan a Entrenadores, están bajo su control.

—Hm, eso es lo que yo llamo: Ser un mal perdedor —replicó Koharu.

Los Pokémon controlados estaban a punto de atacarlos a todos, pero Shigeru y Raikou hicieron su aparición, acabando con varios de ellos para salvarles la vida.

Shigeru se bajó de Raikou y volvió a saludar a los chicos— No esperaba tener que volver tan pronto, amigos míos. Y esperaba que fuera para celebrar una gran fiesta.

—Menos mal que llegaste —Hyuga sacó a Entei—. Venga, ayúdanos a proteger a todas estas personas.

Y Sakura sacó a Suicune— Sí. Será fácil defenderlos de este número de Pokémon, pero es probable que vaya a aumentar, a menos que detengamos a Wataru. ¿Pero cómo?

A Tsubasa se le ocurrió una idea que a nadie iba a gustarle— Kaede, ¿le queda acaso un poco de antídoto?

Le mostró el vial con el suero amarillo— Sí, aquí lo tengo. Pero no te lo voy a dar, ya que no quiero arriesgarme a que la profecía de Ho-Oh se cumpla y te mueras. Mejor hay que pensar en...