Ya después de separarme de Silver por la norma que un invocado héroe no podía estar viajando junto a otro.
Asique nos separamos.
Cuando estaba caminando me sentía atraída inexplicablemente hacia una montaña.
Me acerqué lentamente y vi como no había ningún monstruo o animal.
Cuanto más me acercaba a donde yo sentía que estaba aquello que me llamaba.
Llegue a la cueva y entre en ella.
Me acerqué y vi una mujer. .una dama.
Una sacerdotisa japonesa.
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" Una sacerdotisa japonesa!?!?!??" Dije yo gritando al verla.
" Espera sabes de dónde soy... También has viajado entre mundos." Dijo ella mirándome.
La vi y estaba rodeada de cadáveres de monstruos.
Decenas de cadáveres de monstruos.
Y además eran muy fuertes monstruos imponentes.
Importantes y peligrosos.
Cuando me di cuenta de esto me puse más en serio con esta dama.
" Si, en mi mundo existía un Japón, pero posiblemente seamos de diferentes mundos pero similares." Dije yo mirándola.
" Si, dime, en que lugares cayeron las bombas de los americanos, las bombas que hizo ese monstruo de openheimer. Dependiendo de donde podría decirte si somos del mismo mundo o no." Dijo la sacerdotisa japonesa.
" Cayeron en Hiroshima y Nagasaki. Y terminaron con la guerra allí pero fueron un crimen horrible. Dios solo de pensar en eso se me pone la piel congelada de pensar que algo así pueda existir." Dije yo mirando a la sacerdotisa y con un escalofrío en mi espalda.
La sacerdotisa me miró aterrada.
" Las lanzaron en Tokyo y kioto. No somos del mismo mundo... Yo morí gracias a eso... Porque hicieron esa masacre. Ya nos habíamos rendido. Sus armas su ejército ya estábamos sometidos pero no usaron como conejillos de indias." Dijo la sacerdotisa japonesa y yo me acerqué lentamente con el objetivo de no ser atacada.
" Lo siento, debió ser duro y no puedo llegar a comprender lo que has pasado. Pero este es otro mundo uno de fantasía pero para mí una pesadilla." Dije yo mirándola.
" Si, llevo cerca de 500 años viajando entre mundos. Pero parece que al haber pasado la barrera nos hace imposible ir a mundos sin maná o con poco maná." Dijo la sacerdotisa.
