Capitulo V

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Capítulo V: Es difícil saber que es lo correcto

P.O.V Yelena Belova

- дерьмо...- murmuró la rubia deslizándose dentro del elevador que subía con la viuda negra de cabello castaño y piel bronceada. - ...pensé que acordamos no volver a coincidir.

- No recuerdo ese acuerdo.

La otra viuda no esperó a que Belova pudiese separar sus labios para dejarle saber cuán decepcionada se encontraba en esos momentos, en su lugar, le atacó con una patada a las costillas que le habría sacado el aire de haber conectado con su pecho. Danzaron dentro de aquel estrecho cajón, vigilándose una a la otra hasta que Yelena decidió atacar. Logró interceptar a su contrincante con una patada en el costado, pero el movimiento le costó un empujón que le hizo chocar contra la pared a su derecha. Todo se tornó violento luego de eso; la viuda había logrado propinarle varios golpes en los costados, y Belova había regresado cada uno de estos. En un movimiento rápido, la rubia la inmovilizó contra las puertas del elevador, empujando su rostro con fuerza segundos antes de recibir un codazo en el abdomen que le hizo doblarse brevemente.

- Suka...- jadeó entre dientes, sujetando con fuerza el cabello castaño de la mujer para jalar su cabeza hacia atrás antes para ganar inercia y hacerla chocar contra la fría superficie de la pared. La cabeza rebotó, y la viuda gimió de dolor mientras sangre emanaba de su frente.

- Yelena, ¿dónde estás? - la voz de Clint resonó en su oído.

- Ocupada...- murmuró la rubia volviendo a golpear la cabeza de su contrincante contra la puerta metálica, una marca de sangre manchando la brillante superficie donde su rostro se reflejaba.

- ¿No deberías estar ayudando a Kate?

- Eso intento...

- ¿Y por qué la estoy viendo sola?- insistió el vengador.

- ¡Mierda, Barton, tengo las manos ocupadas! - gritó Yelena, golpeando la cabeza de la viuda contra la puerta una última vez antes de que esta se abriese anunciando que había llegado al piso correcto. La mujer cayó con un thud y Yelena sintió como la sangre se deslizaba por sus dedos, el olor a hierro llegando a sus fosas nasales, recordándole cuánta sangre había derramado. Por un segundo, el recuerdo de sus años en la Habitación Roja intentó hacerse paso en su cabeza, pero ella lo bloqueó, enfocándose en arrodillarse a confirmar que Pamela seguía con vida. Estaba respirando; eso era algo. Belova no podría asegurar que sus recuerdos siguiesen intactos. - ...voy hacia ella.

- ¡Tengo todo bajo control!- gritó Kate.

Yelena sabía que no tenía nada bajo control con solo escuchar su voz. Solo conocía a Kate Bishop de días, pero había logrado descifrar su personalidad en un instante. Era el típico caso de la joven adinerada, con bajo sentido de la auto preservación, un toque narcisista, complejo de héroe y una personalidad alegre que atraía multitudes, pero que al final solo era una fachada para ocultar a la niña asustada que vio a su padre morir durante una invasión alienígena. Tony Stark era un vivo ejemplo de cómo terminaban los héroes. Así que si, Yelena sabía que Kate estaba en apuros, pero jamás lo admitiría porque su orgullo le impediría aceptar que había mordido más de lo que podía masticar.

La viuda negra corrió lo más rápido que sus piernas le permitieron por el largo pasillo que le quedaba adelante. Al final del mismo, una ventana de cristal abierta era su vía de escape hacia el árbol navideño de Rockefeller Center. Yelena estaba acostumbrada a saltar desde alturas que muchos considerarían peligrosas. En la Habitación Roja no había espacios para la duda o el miedo. Un segundo de vacilación marcaba la diferencia entre vivir o morir así que Yelena había aprendido a analizar su entorno, tomar decisiones y actuar...todo al mismo tiempo...así se sobrevivía cuando vives para pelear una batalla más. Sujetando el final metálico de la soga al suelo, se impulsó fuera de la ventana, y bajó el edificio corriendo, sintiendo el golpeteo del viento contra su rostro e inspeccionando el área donde estaría deteniéndose.

Entonces, Te Conocí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora