Two Shot

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La sangre se escurría sobre las ropas, las calles estaban alumbrando lo necesario para darme cuenta que la policía nos venía siguiendo, aunque no se escuchaba la sirena, sabíamos que venían por nosotros. 

No es de asombrarnos su búsqueda después de aquella explosion.

—Te dije que no usaras esa bomba de dudosa procedencia — Ambos corrían para no ser vistos por la patrulla, y realmente a uno ni le importaba ser “perseguido” ya que sabía de por medio lo ineptos que solían llegar a ser los policías, le tenia mas respeto a la bola de pelos que tenía como compañero que aquella patrulla que ni se esforzaba por ocultarse.

—Tsk, hablas bobadas, esas bombas son de mejor calidad que tus vestimentas.

Un callejón fue la respuesta a mi salvación, definitivamente no quería estar bajo las rejas y en especial si no era mi culpa

— Shh, no hables tan fuerte, nos van a encontrar, ven sígueme, encontré un camino- 

Escuchó un grito “vi una sombra por aquí”, No lo pensó màs y antes de que le responda, jalo al azabache consigo arrastrándolo detrás suyo con su espalda chocando la pared de aquel recóndito callejón, parecido a un cuarto estrecho donde se guardan utensilios de limpieza, amontonado de cajas y basura de las calles haciendo aún más estrecho para caber dos personas, claramente se veían más sospechosos de esa manera pero eso no andaba aún en la cabeza de nuestro planeador principal. 

Y como si el universo estuvo de acuerdo en ponerlo nervioso, sonó su celular, un tono de llamada con la canción de Katy Perry, Roar, justo en el coro, èl juro que había cambiado ese tono y se debía a un broma “inofensiva” de Dazai, donde un día agarró su móvil cuando lo dejó sin contraseña para irse al baño un momento. Gran error.

Seguramente el otro pensara que era un gran imbécil por dejar su celular con sonido en plena misión, y después de esto lo persiga con rashomon y su argumento será “por manchar mi dignidad” o alguna razón emo. Por el rabillo del ojo noto como akutagawa, quiso palmearse la cara por la estupidez ocurrida, pero el poco espacio se lo impidió,  en cambio sintió el agarre del otro en su cintura, pensó que lo iba a pellizcar como acto de “regaño”, màs no se espero lo que hizo.

—Vamos rápido, seamos sigilosos, por lo visto ya saben que los estamos siguiendo tenemos que tomar en cuenta que no sabemos cuántos son, o si es solo uno—

Mencionaron los policías, cuando el sonido del celular cesó, rápidamente giraron hacia el callejón oscuro y lúgubre donde se escondían nuestros protagonistas, toda ya estaba decidido, un teniente ya empezaba a sacar su arma de fuego y estaba listo a las órdenes de su comandante para disparar en caso de seguir resistiéndose a la ley.

Sin embargo el perro que se encargó de encontrar los rastros de la bomba, ladrò hacia los “sospechosos” todos dirigieron su mirada al frente percatandose que solo eran dos jóvenes enamorados disfrutando de su adolescencia, y claro la vergüenza de encontrar a dos personas en una situación comprometedora era suficiente para alejarlos del perímetro, no sin antes advertirle a aquellos jóvenes que mejor desalojen ese lugar, porque están en una operación de simulacro, mintieron para no alertar a los ciudadanos, por recientes acontecimiento sobre una ballena flotante en el cielo y el caos de ese mismo dia. Lo mejor era crear un ambiente de tranquilidad, en lo que cabe.

Sin más los policías siguieron buscando a aquellos sospechosos de las bombas, ya hasta el perro lo llevaron a descansar por cooperar con el lugar de lo ocurrido, después de todo era un perro anciano, no le podían exigir mucho. 

Nakajima asintió inconscientemente ante la petición de los policías, se mantenía en estado de shock, y no es por mucho menos, pues fue inmovilizado de una forma peculiar… Por otra parte Akutagawa trataba de esconderse con el cuerpo del contrario hasta que los policías se alejen por completo, como consecuencia se hundió más en el cuello del otro, oyendo un respingo de aire contenido, después de todo hace no mucho hizo algo peor que eso, se sentía ligeramente desvergonzado ahora.

¡Salir del closet!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora