Capitulo 9

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—Kang-ho, pss, pss —decía Sam-sik bajo, ocultándose tras el muro.

—Mierda, no va a escuchar —se quejó Yu-na quien estaba escondida junto a él.

Tal cual, Kang-ho se subió con su madre al auto y condujeron a la granja.

—Oye, Sam-sik.

—¿Sí?

—Escuché mal o dijeron que la granja se estaba incendiando.

—¡Dios!

Sam-sik fue el primero en echarse a correr, de ahí lo siguió Yu-na casi igualándole el paso.

—¡Kang-ho! —gritaba Sam-sik.

—¡Grita más fuerte!

—¡No es fácil correr y gritar!

Dios, este chico.

—¿Ese es Sam-sik? —preguntó dudoso Cha— está con Yu-na.

—Atrápalos —le indicó So y ambos se echaron a correr.

Yu-na y Sam-sik llegaron a la granja: —¿Qué pasa? —realmente no sabía si Sam-sik no veía o estaba cansado y con pocas neuronas por correr.

—¡Fuego! —exclamó ella corriendo más.

—¿Qué hacemos?

—Busquemos extintores —se detuvo junto a una caja grande, revisando si había lo que buscaba.

—¿Quién diablos eres? —la pregunta de Sam-sik la hizo voltear a verlo— ¿tú hiciste esto?

Un tipo vestido de negro, con gorra y cubrebocas estaba frente a él, de repente, lo golpeó con un palo.

Yu-na se le aproximó al hombre con un cable, lista para usarlo como fuera posible, pero sintió un fuerte golpe en la cabeza y se derrumbó en el suelo.

—¿Quiénes son ustedes? —So y Cha llegaron, pero los tipos los hicieron caer de sentón, se levantaron y los persiguieron.

—¡No se vayan! —exclamó Sam-sik adolorido— ¡Yu-na está sangrando!

Los padres de Sam-sik llegaron y el pueblo no tardó en reunirse. Yu-na no dejaba de ser sacudida por su madre, de esta forma fue que pudo despertar de su mini desmayo.

—Mamá, papá. Kang-ho está ahí —dijo débilmente.

La ambulancia se tardaría en llegar como siempre y nadie de Jouri se animaría a entrar ahí aunque le pagaran.

Yu-na se levantó con ayuda de su madre, tenía la vista borrosa y una parte de su cabeza no dejaba de sangrar.

—¡¿Qué haces?! ¡te golpearon con una piedra! —Chung-ae se interpuso en su camino, pero ella se apartó.

Como Sam-sik también se había levantado, él se encargó de romper las cadenas, aparentemente iba a entrar a salvar a Kang-ho, pero mientras se echaba agua encima, Yu-na entró.

El humo le inundó los pulmones y la tos se hizo presente, el fuego estaba por todas partes y tener la vista borrosa no ayudaba mucho.

Hasta que lo vio.

Kang-ho estaba desmayado junto a una ventana, no muy lejos de la puerta, empleando mucha fuerza lo hizo recargar sobre ella y caminó sosteniéndose de las paredes.

Así fue hasta llegar a la puerta, ya podía divisar a la gente esperándolos y gritando cosas como señal de ánimo.

Pero Yu-na sintió un pitido fuerte en los oídos y la cabeza le dio mil vueltas hasta que cayó.

𝗡𝗢𝗧 𝗕𝗬 𝗧𝗛𝗘 𝗠𝗢𝗢𝗡 ||The Good Bad Mother||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora