𝟬𝟭𝟮. yasu birthday

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Ōishi Yasu cumplía oficialmente diecisiete años y se sentía muy nerviosa. El hecho de saber que más tarde irían a su casa sus amigos y compañeros la tenía un poco tensa, preguntándose sí acaso irían o le quedarían mal. Eran malos recuerdos de su secundaria cuando cumplió años y no tuvo ninguna felicitación a excepción de su familia, que sí bien, se dio cuenta que eran los únicos que realmente valían la pena, sí fue triste recordarlo y al levantarse se quedó varios minutos en su cama mirando al techo.

Aún seguía teniendo la pesadilla de aquel momento decisivo en su vida, que justo esa noche la había atacado nuevamente. Fue difícil tener que levantarse con ese pensamiento en su cabeza, consciente de que no podría ser algo que olvidará de la noche a la mañana. De hecho, un día antes había tenido una cita con su psicóloga y el tema de conversación fue sobre su cumpleaños y le aconsejó que debía intentar olvidar el pasado y concentrarse en el presente; era algo fácil de decir, pero difícil de llevar a cabo, y más Yasu porque sobrepensaba todo.

—¡Oneesan, ya levántate! —gritó Emiko entrando a su habitación sin permiso, pero al verla disociada se detuvo en la puerta—. Oh, ¿estás bien?

Parpadeó varias veces al oír su voz, la miró con atención y asintió, aunque aún estaba un poco perdida.

—Claro.

Emiko frunció los labios y se adentró en la habitación, sentándose en la orilla de su cama. Ambas se miraron varios segundos sin decir nada, y Yasu se intimidó de la mirada tan intensa de su hermana menor.

—Me estás mintiendo, oneesan, te conozco perfectamente. No te obligaré a decirme nada, sé que la fecha te pone sentimental… Pero te amo mucho, feliz cumpleaños.

Saltó a abrazarla sin esperar respuesta, y Yasu decidió apreciar ese momento, por lo que enterró a Emiko en su cuerpo con cariño. No había duda que su hermana era su persona favorita en el mundo y por nada podría pensar en dejarla sola o decidir algo sobre ella, porque para todo la tenía presente. Amaba a sus padres, por ejemplo, o tenía amigos con los cuales comenzaba a tener sentimientos enormes, pero nadie sería Emiko. Su hermana había sido capaz de dejar su infancia y madurar a una edad temprana sólo por ella, y era algo que nunca iba a olvidar.

peace   ❀   hinata shōyōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora