Cap 26

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A continuación fue ella la que recorrió mi cuerpo con besos y caricias, después yo puse una almohada en la cabecera de la cama y me recargué, la ayudé a subirse en mí, con sus piernas sobre mis hombros y volví a entrar en su cuerpo en tanto ella apoyaba su espalda en mis piernas que tenía dobladas, nos mirábamos mientras nuestros cuerpos se fundían, me encantaba verla con su rostro retorcido y su frente cubierta de sudor, disfrutando del placer que ambas nos proporcionábamos.
                   
Mis manos estaban aferradas sobre sus costados, veía como ella abría la boca y se mordía los labios, sujetándome por los brazos, los movimientos se aceleraron, yo sentía que casi terminaba, pero a ella le faltaba un poco así que me contuve hasta que me di cuenta que estaba a punto de conseguirlo y logré terminar al mismo tiempo que ella. Descansamos sin decir nada, sólo mirábamos el techo, luego de estar un rato así, volví a cambiarme el condón y la hice mía otra vez, después de explotar nuevamente, me acosté a su lado.
                     
De pronto, una luz atravesó por la ventana seguida por el estruendoso ruido de un trueno y luego por el sonido de la lluvia. Mina se pegó a mi cuerpo y me abrazó temerosa.                  

- ¿Te asustan las tormentas? - no pude evitar preguntárselo, eso no venía en la investigación.                     

- Sí, desde niña - respondió avergonzada.                     

- No pasa nada, la lluvia es algo muy normal, vital para la vida, además no estás sola - quise abrazarla, pero me detuve, quizá era mejor no darle alas al asunto.                     

- Lo sé, es sólo que... no importa.                     

- Tranquila, me quedaré aquí hasta que pase - dije acariciando su hombro tratando de tranquilizarla.                     

- ¿De verdad? - preguntó, pero no supe si fue ilusión lo que había en su tono de voz o yo me lo estaba imaginando.                     

- Sí, no traigo coche y no quiero mojarme - le mentí, pero no quería ilusionarla, yo no era una santa y tampoco quería hacerme ilusiones, ella tenía novio.
                     
Mina se acostó de lado, separándose de mí y dándome la espalda, se aferró a la almohada y yo me quedé ahí, inmóvil, pensando si era buena idea romper de una vez por todas las reglas frente a ella, decirle que me había dado cuenta que la necesitaba como jamás había necesitado a alguien, a tal grado que mi cuerpo no había respondido a otras mujeres, además de que había sido capaz de mandarla a investigar con tal de saber todo sobre ella, sin embargo, eso lejos de halagarla podría asustarla y más si supiera que había estado vigilando su edificio, por lo que preferí callar.                    

Cuando me di cuenta que estaba dormida le acaricié su brazo, me encantaba la textura de su piel; suave, tersa, delicada, la acaricié con el dorso de mi mano, con las yemas de mis dedos, ella no se inmutó así que me atreví a pegarme a su cuerpo y la abracé por la cintura, enterrando mi cabeza entre su espeso cabello y me perdí en su olor.                     

- No me dejes sola esta noche.
                     
La escuché decir y me separé abruptamente de ella, pero seguía profundamente dormida, entonces puse mi cabeza sobre mi mano para mirarla, velando su sueño mientras la lluvia continuaba cayendo.                     

- Te necesito... no te vayas... las reglas, sí las reglas.                    

Ahí me di cuenta que estaba soñando conmigo, ¿acaso ella también quería romper las reglas y no se atrevía?, tenía que encontrar la manera de hacerlo fortuitamente, al parecer, ninguna de las dos era capaz de quebrantarlas frente a la otra.                   

Estás libre esta noche? - Michaeng (G!P) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora