Proyecto ¿Romeo y Julieta? ﻌ [Hyunlix] ☑

Acto 20

Enero había llegado con prisa, sin piedad al tiempo de ese práctica por las bellas festividades navideñas y de año nuevo, pero era un nuevo comienzo para muchos, donde se tenían metas claras y listas para ser cumplidas.

Aunque al final no se cumplieran ni la mitad de lo que se proponen.

Los jóvenes estudiantes fueron llamados por su profesor a un ensayo más antes del inicio de clase.

El señor Kim Dongwook los veía atentamente, estudiando cuidadosamente cada movimiento y cada palabra que decía, cada acción, listo para corregirlos. Estaba decidido a una cosa, hacer que sus pequeñas estrellas brillaran en su primera presentación, si hacían el trabajo perfecto, no sólo presentarían en Corea, si no, en más países.

Quizá vivían en un poblado no muy famoso, seguía siendo muy tradicional, pero él tenía la oportunidad de llevar a esos jóvenes fuera de ahí, a un campo de oportunidades y no dudaba en hacerlo.
 
 
 
 
 
ARYON.- Hermana mía, incapaz de entender mis sufrimientos, mientras que vos podes tejer y pintar a su merced, yo he tenido que hacerlo en secreto, terminar mis obras y ofrendarlas a los dioses en busca de su perdón por desobediencia, por defraudar a la familia que me dio un nombre, y con todo esto, hermana, querida hermana mía, vienes a negarme el único deseo que he tenido en vida, amar a alguien.

NAIDA.- Hermano, mi mayor hermano, quizá los dioses te tienen un cruel desenlace, uno tan cruel que me costará la vida entera desgarrando los dolores en mi corazón cuando te pierda, el amor es importante, la belleza en tu arte es vida, pero hermano, no lo hagas, solo quédate en casa a cuidar a esta, tu débil hermana.

ARYON.- Lo haz dicho, hermana mía, el amor es importante, el arte es mi vida, pero también, el amor es insuficiente y el arte no puede ser nada, pero yo he sido quien le ha dado un valor, y ese valor, supera la arrogancia, la hipocresía humana y el poder de los dioses.

 
 
 
 
  
Las últimas escenas seguían en preparación, Dongwook veía que Hyunjin mejoraba en su expresiones, siempre fue bien actor, pero la mirada nunca engañaba, hasta ese momento, expresaban algo, pero solo eran posibles cuando tenía a Félix frente a él.

 
 
  
 
 
EVARISTO.- Estoy condenado, nuestros padres no confiaran más en mis palabras, me encerrarán muy pronto y solo recibiré sus maltratos, estoy condenado (Camina de un lado a otro) ¡Estoy condenado!

CALISTO.-(le sigue el paso) Pide el perdón, suplica te perdonen, hermano, eres el único a quien puedo acudir cuando juego aquí en casa, que por mi enfermedad, nadie más se me acerca, quiero estar contigo hermano, por favor, pide que te perdonen, pide que te dejen estar más tiempo conmigo y me saques a pasear, que caminemos por los vendes campos, esos campos que tú sabes, no me matarían por respirar su olor. Pide perdón, pídeles que te dejen conmigo.

EVARISTO.- Hermanito mío (se detiene y lo mira), podré estar condenado, pero jamás arrepentido, jamás pediré un perdón que no quiero tener, y tú, mi hermano, sabes bien en donde caminar, a quienes hablar incluso que comer, no morirás sin mi presencia.

CALISTO.- Pero mi hermano, no quiero estar solo.

EVARISTO.- Uno ¡Jamás! Esta solo, tienes familia, tienes al campo y sus animales, tienes a los dioses que vigilancia minuciosamente cada paso tuyo y te tienes a ti mismo, puedes cuidarte, ¡y no! Quiero escuchar más, ¡estoy condenado! Al encierro, pero también, condenado a quedarme solo con su recuerdo, de ese amable y fuerte chico que ví en el campo, con quien me encontré un día, me enamore al siguiente y me alejaron en el último. (Suspira) Deseo verlo y cumplir mi único sueño, tocar la lira a su lado mientras teje o pinta, ese es el único sueño que he tenido.