43- Navidad

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El día pasó muy rápido en familia, uniéndose incluso Valentina al ser considerada parte de la familia, hasta que sus progenitores llamaron para tenerla de vuelta.

-Adiós familia, la mujer que me dio a luz me quiere de vuelta- se despidió la muchacha abrazando a Dave.

Los demás presentes movieron su mano en señal de despedida, incluso Koi lo hizo.

La hora de preparar la cena navideña llegó, ayudando todos en algo: Dave y Amanda cocinaban, siendo los que mejor lo hacían; Carlos y María preparaban la mesa; Juan llevando los platos a la mesa; Liam preparando la azotea para mirar las estrellas todos juntos; Alejandra eligiendo la ropa que se pondrían todos (menos Koi) e Ian ajustando un proyector en el patio para que él y los demás adolescentes pudieran dormir encima de una cama elástica y poder disfrutar de la sensación de ver un cine, dejando a la abuela Margarita y a Koi sentados en el sofá sin tener nada que hacer.
No habían hablado entre ellos, ya que la abuela Margarita esta hablando con Amanda que estaba en la cocina.

Koi había disociado hacía ya un buen rato, pensando en todo lo que tenía que hacer cuando volviera a su planeta, todos sus amigos estaban (seguramente) encarcelados en la mazmorra, mientras que él y Dave disfrutaban y festejaban como si nada importara. No es que estuviera muy preocupados por ellos, él sabía que estarían bien, y que seguramente estarían mejor si no volvía, pero no podía dejar que sus hermanos siguieran gobernando de esa manera.
Todavía tenía el void en su posesión, así que tenía que utilizarlo antes de que Ruumi encargue que se lo quiten, pudiendo acabar en una gran masacre en la que no quería participar. No ahora que se encontraba feliz y tranquilo con alguien.
Bien sabía que su felicidad no duraría demasiado, quizás un par de semanas más hasta que se enfrente de nuevo a su hermano.

Porque había aceptado ese trato con él? Si no lo hubiera hecho seguramente nada de esto estaría pasando, incluso puede que él estuviera muerto como debería ser. Si su existencia era causar problemas y desgracias hubiera sido mejor no nacer, o simplemente haber muerto cuando cayó por ese abismo poco después del incidente que acabó con la vida de su hermana.
Su existencia solo había causado problemas a todo aquel que conocía, por eso dejó de tener amigos a una temprana edad, y seguramente esa sería la causa del porqué sus hermanos y padres le habían desprecio toda su vida.

-Chamaco- le llamó Margarita, sacándole de su ensoñación.

-Dígame, señora- respondió cortés el dios.

-Ay no, no me digas señora, ni seas tan formal. Estamos en confianza mijo- aclaró Margarita dedicándole una sonrisa- Te ves decaído, algo te preocupa?-

-No se preocupe, esta todo bien- le contestó agitando sus manos en señal de negación mientras sonreía en un intento de no preocupar a la anciana.

-No soy tonta y se que algo te esta preocupando- apoyó una mano en la pierna del alien, intentando transmitir confianza y que expresara lo que le preocupaba- Esta bien sentirse mal a veces, quieres hablar de ello?-

Koi no respondió.

Una gran incomodidad le consumió de pies a cabeza aunque no lo mostrara y por fuera parecía que no tenía ningún problema con la charla.

<<Por qué, por qué, por qué, POR QUÉ, POR QUÉ. QUE LE PASA A ESTA GENTE?! NO SE DAN CUENTA DE QUE SU VIDA PUEDE ACABAR EN SEGUNDOS SI SE RELACIONAN CONMIGO?!>> la mente de Koi no procesaba el porqué esa gente no le temía. Habían visto su magia, sus trucos, sus habilidades en la lucha, sabían su historia, y aún así le trataban como uno más de la familia.

-KOI- Dave le gritó desde la cocina- NECESITO QUE VENGAS UN MOMENTO-

-Disculpe- se levantó con una sonrisa, yendo hacia donde le llamaban.

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