Una Hada Floja (Guardian Tales) - En Estado De Remake

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El canto de las aves y el crujido de las hojas secas.

El suave recorrido del viento golpeando suavemente la corteza de los árboles.

Y el suave baile de las flores que seducían con sus pétalos a las traviesas abejas.

Este era el cálido ambiente del bosque de Heavenhold. Dicho bosque era babitado por varios animalitos que disfrutaban de su día a día en las ramas de los árboles.

Saltando y abriendo sus alas mientras  acariciaban las innumerables ojas que los cubrían de los rayos del sol.

Corriendo y jugando mientras chocaban con los troncos de los árboles, esto hasta que un pequeño pajarito decidió reposar sobre un gran árbol con forma nube.

En este, para se más específicos, dentro de este se encontraba durmiendo una bella hada de cabello verde y de vestimenta igual de verde que su cabello.

Ella se encontraba descansando, mientras suspiraba y dejaba que algunas mariposas reposarán sobre su cuerpo.

Incluso una pequeña mariquita se poso sobre su nariz, dónde ella solo se recostó de lado espantando a todos los insectos que descansaban sobre ella.

Así era su día a día, o así a sido desde el momento en el que decidió instalarse en la isla flotante de Heavenhold.

Y digo instalarse, porque al escuchar que no sería molestada nunca más por aventureros decidió seguir a aquel caballero de cada tontuna y hacer de Heavenhold su hogar. Incluso ella hizo crecer un bosque completo para su descanso.

Desde entonces, la vida de aquella hada del bosque a sido demasiada tranquila, sin ningun problema o interrupción.

O era así hasta que un fuerte golpe en la corteza de su árbol hizo que todos los animales escaparan de su jardín.

-- "hada floja......... ¡¿Por cuánto tiempo más piensas ignorarme?! "--

-- "......¿Uh?" --.

La hada murmuro, mientras abría uno de sus ojos de manera lenta notando como un caballero, de pelo rubio y ojos verdes la miraba de manera molesta.

No le pudo importar menos, dónde volio a cerrar los ojos mientras se recostaba de lado y volvía a dormir de manera tranquila.

-- "¡No te vuelvas a dormir!" --

-- "mnnn.... "--.

-- "nada de "mmnn..." Levántate quieres" --

La hada refunfuño, el caballero suspiro. Al final, de una manera y otra la bella hada logro despertarse, sentandose sobre su cama de flores mientras se frotaba sus ojos y bostezaba.

-- "huaa....... Mnn, ¿Que se te ofrece? --.

-- "Loraine me pidió que trajera unas cuantas verduras" --

-- "pues tomarlas del huerto, no es necesario que me despiertes.....huaa..." --.

-- "oh, creeme, lo aria...... ¡Si tan solo no estuviera vacío!" --

Dijo el caballero mientras señalaba al pequeño huerto que se encontraban no muy lejos de la casa/árbol de la hada.

Era un huerto acojedor, una zona de cosecha ni muy grande ni muy pequeña, pero lo suficientemente extensa como para hacer crecer diferentes tipos de verduras.

El trato era este, Aoba hacia crecer unas cuantas verduras cada mes, y el caballero se aseguraba de que nadie ni nada vaya a molestar el descanso de aquella hada floja.