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•viernes•

abru:

En la mañana me desperté en mi cama, luego de investigar un poco me enteré que el chino me llevó al rato de quedarme dormida. Por suerte había descansado bien para terminar la prueba por el presupuesto semanal.

Ahora me encontraba tirada en la cama, veo entrar a Zoe al cuarto, todavía sigue un poco decaída por las palabras que Santi le dijo ayer.

-Che Zo ¿Quéres hablar?

-No estoy de humor.-me dijo con una almohada en la cara-Es que pienso que no entré por error a la placa como dijo Rosi, siento que entré porque piensan que soy una boluda-dijo ya acomodándose. 

-Si te soy sincera...-le dije- yo pienso lo mismo.

-El tema es que no sé como cambiar la opinión del resto, es que siento que todo el mundo tiene ese, ese pensamiento de mi, solo porque dije que no me gusta trabajar y que piensan que estoy de vacaciones acá.

-Boluda tenés 20 años con toda la vida por delante, tal vez el día de mañana querés estudiar o tal vez no, pero es tu vida y podes decidir, nadie te puede nominar porque "no me gusta lo que va hacer con su vida".

-Ya sé, pero no quiero que me vean como la tarada, mantenida que no hace nada, quiero que se acerquen realmente a conocerme y siento que solo pasó con vos y Rosi, el resto nada. Quiero que cambien su opinión sobre mí.

-Si el resto te ve como que no haces nada ponete, no sé, enfrente suyo a cocinar para decir "mirá, ves que puedo hacer algo" y después colaborá pero no para demostrarle nada a nadie, que te chupe un huevo el resto porque si fueron tan superficiales para no acercarse a vos para conocerte, no valen la pena.

-O sea, sorprenderlos.

-Exactamente y si te siguen nominando, no importa porque ellos no tienen la decisión final, mientras que a los de afuera les gusten como sos.

-Gracias por tu consejo abru y por conocerme realmente.

-De nada, cualquier cosa que necesites, acá estoy.

Estuvimos esperando toda la tarde para que gran hermano dijera que podíamos buscar la ropa para la fiesta y al fin el aviso había llegado

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Estuvimos esperando toda la tarde para que gran hermano dijera que podíamos buscar la ropa para la fiesta y al fin el aviso había llegado.

En el cuarto de las chicas estábamos todas arreglándonos cuando la presencia de Alan nos interrumpe.

-Chicas ¿Alguna tiene una crema para prestarme? Porque siento la cara re seca.

-Te presto-le contesté al ver que nadie respondía-pero yo te pongo, porque me tiene que durar.

-Bueno, voy para la pieza y me pones ahí-me dijo, le respondí con un simple bueno. Agarré la crema y me fui para allá.

-¿Qué haces acá?-me preguntó el chino.

Labyrinth-Bautista MasciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora