.:Narra Mamoru:.
Ya era bastante tarde. Las pequeñas pero brillantes luces de la ciudad resaltaban ante la oscuridad del anochecer, al menos en eso me fijé al observar el exterior desde las amplias ventanas de mi solitario apartamento.
Hace ya casi una hora que había ido a comprar, aparte de café, que se me había acabado, aproveché para comprar también comida de gato, cosa que no solía comprar normalmente.
En la tarde, me encontré un gato de tamaño mediano pero delgado y de pelaje castaño cerca de la entrada de mi apartamento. No tengo ni idea ni de porqué se quedó allí maullando durante horas ni de porqué acabé recogiéndolo. Quizás, simplemente me compadecí de él, ya que nadie lo hizo conmigo.
Después de entregar un tazón de leche y otro de pienso al tranquilo y pacifico gato, me encaminé a la cocina a prepararme un café Espresso.
Mientras me preparaba el café con las cápsulas que acababa de comprar, inesperadamente sonó mi teléfono móvil, irrumpiendo el vacío silencio que se mostraba en mi apartamento. Cogí el teléfono que se posaba encima del mármol y respondí la misteriosa llamada con el aparato apoyado entre mi mejilla y mi hombro derecho mientras intentaba acabar de preparar mi apetecible café.
- ¿Diga? -pregunté con despreocupación.
- ¡¡Mamoru!! ¡¿Por qué no respondes mis llamadas?!
La dueña de esa "dulce" y energética voz no era otra que Alison Tsukatani, mi mejor y única amiga de mi adolescencia que actualmente está viviendo en Estados Unidos trabajando como modelo y actriz.
- ¿Alison? ¿A qué viene esta llamada a estas horas?
- ¡Contéstame la pregunta! Bueno mejor no, qué más da, no tengo tiempo. La verdad es que llamaba para contarte un par de cosas rápidas... Y también que estoy en Japón ahora mismo -dijo de manera apresurada.
- ¿Otra vez? No gastes dinero en tantos viajes innecesarios... -solté de un soplido.
La verdad es que aunque hemos estado viviendo muy lejos el uno del otro, Alison siempre se preocupaba de mantener el contacto ya sea llamándome cada dos por tres o haciéndome inesperadas visitas.
-Esta vez estoy aquí por cuestiones del trabajo, pero eso no es lo que quería decirte...
Me quedé en silencio esperando a que Alison continuara pegándole un pequeño sorbo de café a la taza que tenía en la mano cogiendo por fin el teléfono móvil con la otra.
- Verás, he de pedirte un pequeño favor... ¿Recuerdas a mi hermano menor Kenta verdad?
Por supuesto que lo recordaba. Como olvidar esos instantes en los que me perdía en sus celestes e intensos ojos. La última vez que lo vi fue el día que la familia Tsukatani se mudó a Estados Unidos. Él tendría unos 14 años y yo unos 17. Era muy callado y tímido, siempre me mantenía la mirada fija como si me tuviera que decir algo, pero nunca lo hizo. Al principio se quedaba callado, observando todas mis acciones y yo discretamente también las suyas. Al poco tiempo le cogí bastante cariño. Mentiría si dijera que no lo hecho algo de menos, aunque no se qué tiene que ver Kenta en esta conversación.
- Sí, claro. ¿Por qué preguntas?
- Pues la verdad es que... él está...
De repente, el sonido del timbre de la puerta interrumpió a Alison. Me dirigí a la puerta dispuesto a abrirla mientras Alison seguía hablando.
-Esto... necesito que cuides de él, ¿vale?
¿Qué?
Abrí la puerta con cautela y con el teléfono aun en la oreja, me quedé anonadado observando al sujeto que me estaba esperando afuera.
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Sentimientos Terroristas [BoyxBoy]
RomanceMamoru Shiokawa es un solitario y atractivo chico de 19 años que con el plan de vivir una "nueva vida" se independiza y empieza a vivir solo en un apartamento al mismo tiempo que estudia en la Universidad. Lo que él no sabe es que pronto su solitari...