El valor de tu amor

¿Real?

En mi apartamento, me veo atrapada en un laberinto de pensamientos. Las palabras de Hailee, las noticias del hospital y las voces de Dylan, su hermano y su madre se mezclan y enredan en mi mente. Esta noche, le pido a Hailee que me dé un espacio, necesito hablar con mi familia.

En solo una semana, estas experiencias intensas me han golpeado de una manera que no esperaba. Pensé que adaptarme a esta nueva vida sería más fácil, incluso creí que vivir sola sería genial, pero me equivoqué. Ahora anhelo la cercanía de mi familia y la compañía de mis amigos, de Ava, de Tom.

En este torbellino, Hailee se destaca como un faro encantador en mi vida. Pero, entre mis emociones confusas, surge mi miedo a enamorarme. La incertidumbre me da vueltas, y me pregunto si estoy exagerando o simplemente he descubierto la necesidad de arraigarme y pertenecer en este nuevo capítulo de mi vida.

Me encontraba en un debate mental si hablar con mi familia o no de la situación, pero parece que lo manifesté. Mi teléfono comenzó a sonar, era Leo llamando.

- Hola, Leo. - Dije.

- ¡Hey! ¿Cómo estás? ¿Cómo van las cosas en Los Ángeles? - Dijo Leo animado.

Me quedé en silencio unos segundos, dudando al respecto. - Las cosas se han complicado, Leo. Dylan tuvo un accidente de coche. Intentó, no sé, reflexionar o algo así, conduciendo en la madrugada, y terminó chocando... - Dije y antes de terminar, Leo interrumpió.

- ¡Dios mío! ¿Está bien? - Exclamó.

- Está en el hospital, recuperándose. Pero eso no es todo. Esa misma noche, Dylan me confesó sus sentimientos, y yo... lo ignoré por completo. Me fui con Hailee, y ahora me doy cuenta de que tengo una conexión más especial con ella, ya sabes a lo que me refiero.

Hubo un silencio momentáneo, pude escuchar a Leo suspirar al otro lado de la línea.

- Vaya, suena complicado. ¿Y cómo te sientes al respecto? - Preguntó.

- Me siento abrumada, Leo. Tengo miedo de enamorarme, pero siento que eso ya está sucediendo, y apenas ha pasado una semana. Además, el tema de Dylan, no quiero lastimarlo, pero estoy metida en este enredo emocional. - Dije sincera.

- Tn, no hay respuestas fáciles aquí. Pero, escucha, en el amor y las relaciones, a veces es necesario explorar y entender tus propios sentimientos. Si sientes algo por Hailee, no tengas miedo de explorarlo sinceramente. Pero, sé honesta contigo misma. - Se quedó en silencio unos segundos. - Con respecto a Dylan, cuando se recupere, tendrás que hablar con él. Sé honesta y compasiva. A veces, la verdad, aunque dolorosa, es lo que más se valora.

- Entiendo. Gracias por escucharme, Leo, en verdad necesitaba escuchar algo así. - Dije sincera.

- Siempre estoy aquí para ti, hermana. No estás sola en esto. Tómate el tiempo que necesites para entender tus sentimientos. - Dijo animado.

- Gracias, Leo. Tus palabras significan mucho para mí, por cierto, ¿podrías... no decirle a mamá y papá que aplace las clases? - Dije

- ¿Qué? ¿Quieres que oculte eso también? Bueno, seguro, pero sabes que te harán preguntas después, ¿verdad? No dejan de hablar de que estás por entrar a clases. - Dice como si eso representara una carga para él.

- Sí, lo sé. Pero creo que ya tengo suficientes dramas por ahora. - Dije.

Leo río. - Ajá, lo guardaré como un secreto. Pero prepárate para sus interrogatorios. - Dijo para después despedirse y colgar.

...

En los días siguientes a mi conversación con Leo, mis padres hicieron honor a su naturaleza curiosa. Una llamada telefónica se convirtió en un interrogatorio. Aunque siempre he evitado las mentiras, la presión de la situación me hizo titubear por un momento.