Hola a todos! Bueno, aún no sé si me iré de Wattpad o no, pero seguiré actualizando en lo que lo decido, a ver si la situación mejora.
No olviden comentar y votar, realmente me gusta leer sus comentarios. Besos y abrazos.
El rey consorte volvió a vestir como un miembro de la realeza, y ese día, fue Criston Cole quién fue a buscarlo a sus aposentos.
- La reina me ha ordenado llevarlo hacia donde está ella- dijo Criston Cole ''respetuosamente'' escoltándolo hacia donde estaba la reina.
Daemon se sorprendió de que no lo ataran como solían hacerlo.
Tal vez esa fuera su oportunidad de escapar, tal vez debía intentarlo. Sin embargo, sabía que no lo lograría, y si le daban tanta libertad, era porque ella se había encargado de asegurarse de que él no pudiera escapar.
Siguió a Criston Cole y llegó a los jardines donde ella estaba.
La luz del sol, luego de tanto tiempo encerrado con solo una ventaja oscura y con rejas en su habitación, lo cegó. Odió tener que pestañear varias veces para poder acostumbrar su vista a la luz del sol, no quería verse débil ante ella.
- ¿Me enviaste a llamar?- preguntó él y ella estiró su mano para que él la tomara.
Él tomó su mano y ella se prendió de su brazo cuando él estuvo cerca.
- Veo que la marca de las cadenas en tú mano ha mejorado- dijo ella y él no respondió.
Llevaba algunos días sin esa cadena en su mano, y si, efectivamente había sanado. Era ilógico que ella considerara que algo así pudiera alegrarlo.
- ¿Qué es lo que quieres de mi? Habla rápido, quiero volver a mi habitación- dijo él y ella lo miró tristemente.
- Pensé que te alegraría dar un paseo conmigo- dijo ella mirándolo a los ojos.
- Por supuesto, eso solucionará todo- gruñó él y se encogió cuando la guardia real de Rhaenyra se acercó.
Él se preparó para intentar luchar contra ellos, aunque sabía que siempre lo superaban en número, y sin su espada, cansado y agotado como estaba, nunca lograba vencerlos.
- Atrás, no ha pasado nada- dijo Rhaenyra mirando a su guardia.
- ¿Segura su majestad? Él le ha alzado la voz- dijo uno de sus guardias.
- ¿Acaso no les he dado una orden?- dijo ella y luego lo miró a él con lástima.
- Está bien, no tengas miedo, no te harán daño, a menos que yo se los ordene- dijo ella cruelmente y él la miró con odio.
Odiaba sentir miedo, pero luego de tanto tiempo en cautiverio, de tanto sufrimiento, era imposible no sentirlo.
- Ven, vamos, caminemos ¿No querías ver los jardines? Aún no sé como te comportarás, no puedo ofrecerte la ciudad, pero si los jardines- dijo ella y caminó en silencio con él por los jardines.
Él observó los jardines y apartó la mirada cuando vio las cabezas de sus generales de la guardia de la ciudad aún clavados en estacas.
- Oh, mierda- dijo ella dándose cuenta que no había quitado eso- Lo lamento mucho, no pensé en eso- dijo ella ordenando a uno de sus guardias que fuera y quitaran eso.
- Lo hiciste bien- dijo él mirándola- Si yo hubiera tomado el poder también habría matado a los aliados de mis enemigos- dijo Daemon y Rhaenyra lo miró.
- Pero tú no eres mi enemigo- dijo ella mirándolo, casi suplicante, rogando que él no la tratara como su enemiga.
- ¿No lo soy? ¿Crees que no tomaré la primera oportunidad de derrotarte? No estás bien Rhaenyra, estás mal- dijo él mirándola fijamente.
- No podrás tío- dijo ella tocando su brazo- Jamás podrás contra mi- dijo ella y mostro las estacas con las cabezas- Inténtalo, y serán las cabezas de mi padre y de Rhaenys las que adornaran ese lugar- dijo Rhaenyra y Daemon la miró fijamente.
- ¿Cuánto tiempo crees que mis aliados tardarán en sacarte del trono sin mi apoyo?- preguntó Daemon acariciando su rostro y ella lo miró fijamente.
- Entonces dame tú apoyo, evita que me hagan daño tío ¿No solías protegerme?- dijo ella mirándolo con una inocencia que él sabía ella ya no tenía.
- ¿Protegerte? ¿Crees que necesitas protección Rhaenyra? Nuestra familia necesita protección de ti, el reino lo necesita- dijo Daemon y Rhaenyra negó.
- Jamás nuestra familia, nuestra familia somos solo tú, nuestro hijo y yo- dijo ella y Daemon miró hacia el cielo, tratando de entender en que minuto la mujer que amaba se había vuelto loca.
No había motivos reales que justificaran su locura, entendía lo de Aemma, entendía su dolor ¿Pero vengarse de esa manera?
¿Y por qué de él? ¿Era por el supuesto brindis que él había hecho?
No, ella sabía bien que él jamás sería capaz de algo así, esto era solo ella, solo su maldad, solo su locura.
- ¿Si te doy mi apoyo, dejarás ir a los Velaryon? ¿A Viserys?- preguntó Daemon y ella lo miró ofendida.
- Pero me divierte mucho ver como ellos sufren, como ellos intentaron apartarte de mi ¿Acaso quieres que los deje ir cuando ellos me tuvieron lejos de ti tanto tiempo?- preguntó ella y Daemon la miró fijamente.
- Entonces no contarás con mi apoyo- dijo él duramente y Rhaenyra lo miró con lágrimas en los ojos.
- ¿Ni siquiera porque tú hijo crece en mi vientre? Tocaste mi vientre, sentiste a tú hijo que crece dentro de mi- dijo ella y él la miró.
- Si quieres que te proteja a ti, y a mi hijo, deja toda esta locura atrás, termina este reinado de terror- dijo él y ella sonrió.
- Jamás- dijo ella ordenando a su guardia real que se acercara, viendo como él se tensaba, listo para esperar que ellos lo golpearan.
- ¿Su majestad?- dijo Criston Cole que había llegado al lugar para protegerla.
- Mi esposo no se siente con ánimos de seguir dando este paseo hoy, puede llevarlo de regreso a sus habitaciones- dijo ella y Daemon apartó a Criston Cole, para caminar solo a su prisión personal.
Ella entró a su habitación personal, pensando en qué podía hacer para finalmente quebrar a su tío, para tenerlo dócil y obediente a su lado.
¿Cómo podía existir alguien con tanta fuerza de voluntad? Había hecho de todo para quebrarlo pero simplemente no podía.
¿Qué más podía hacer? ¿Qué más tenía que hacer?
Entonces, sintió el rugido de un dragón a lo lejos y sonrió.
Sería cruel, muy cruel, lo más cruel que se le podría hacer a un jinete de dragón.
¿Pero qué otra forma tenía?
¿De qué otra forma podía romper a su inquebrantable tío?
Era la mejor idea.
Y lo haría. Después de todo ¿Acaso no era la reina? Podía hacer lo que quisiera, y su palabra sería la ley.
Por supuesto, el que su tío la amara se le dificultaría, pero él cedería, cuando su hijo naciera, él no tendría ojos para nadie más.
Ella se encargaría de eso.
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El oscuro corazón de la reina (Daemyra) (Dark Rhaenyra)
RomanceRhaenyra cede ante la locura cuando ve morir a su madre. Decidida de vengarse de todos por lo sucedido, toma el trono por la fuerza, derroca al rey, y decide tomar a su tío como esposo, ya sea que él lo quiera o no.