Abril

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Ahí estaba yo, en una fiesta de verano en la playa con mi mejor amiga, Blanca. Todo el mundo estaba tomando y bailando; todos menos yo, yo solo observaba mi ambiente.

Había gente borracha y semi desnuda bailando reggueton hasta no poder más. Entre ellos destacábamos 3 personas, Blanca, su novio Nick y yo, seguramente fuese la única que no bebiese ni una gota de alcohol en toda la noche ya que Nick no tardará mucho en  empezar a beber; no es un mal chico, no es el típico chico que se emborrache hasta quedarse inconsciente, pero si que cuando sale de fiesta siempre termina echando algún trago y Blanca pues... su novio se emborracha.. y por seguir le el juego... pues seguro que terminará bebiendo.

-Tía estas muy rara

-Blanca, mira todo nuestro alrededor, todo el mundo bebiendo y bailando... Y sabes que yo no voy a beber, nunca he probado el alcohol y este no va a ser el día en el que lo pruebe. Todos se están enrollando con todos, y yo... ni siquiera he dado mi primer beso. En esta fiesta me siento como un bicho raro.

-Abril, no seas tan pesimista, quítate el vestido y quédate en bikini, y si no quieres beber pues no bebas, tan solo sigue la música y baila.

En cuanto pronunció las palabras "quítate el vestido" no pude evitar sentir un escalofrío que  recorría mi espalda, mi única reacción ante esas palabras fue mirar de arriba a abajo a mi amiga, fijarme en su piel morena por el sol, su bikini rosa neon, y su pelo suelto con mechones rubios por el sol.

-eeee, no me mires así

-Blanca creo que lo mejor es que me balla, no me estoy encontrando bien

-¿Que te pasa?¿Necesitas algo?¿quieres que te lleve a casa?

-No gracias, me voy sola. Adios guapa.

-Adios guapa, mejórate.


Iba a tardar por lo menos 30 minutos en llegar a mi casa, la playa estaba alejada de la ciudad y tenia que cruzar una especie de bosque; la fiesta tenia que ser en una playa alejada, si no la policía podría denunciarnos.

La fiesta era de niños pijos, para nada mi estilo de chicos. Vivo en Menorca tampoco me puedo esperar otro tipo de personas, casi todo el mundo que vive por la zona de Mahón o Ciudadela suele ser pija, yo la verdad es que no suelo presumir de lo que tengo, aunque pueda, ya que mi padre es odontólogo y mi madre medica y tenemos unas de las mejores casas y yates.

El camino era muy estrecho y oscuro, estaba todo lleno de arboles y arbustos que podrían hacer que mi vestido se enganchase, cualquier pesadilla de toda chica, que su vestido nuevo se le enganche y se rompa.

De repente mi móvil empezó a vibrar, mi madre me estaba llamando.

-Hola?

-Cariño, donde estas?

-Estoy ya de camino a casa, ya voy a llegar.

-Vale, te llamaba para decirte que si quieres puedes quedarte 30 minutos más, papá y yo vamos a ir a un restaurante a cenar y por si querías estar más tiempo con tus amigas.

-Muchas gracias mamá pero no me apetece. Un beso

-Un beso, te quiero


Pocos metros más a delante ví a un chico, esbelto, de pelo rizado. solo pude ver su silueta y ya mi corazón se puso a mil, no sabía si era por el chico o por el hecho de que no podemos pasar.

Cuando llegamos a una distancia en donde casi nuestros cuerpos se encuentran mi corazón empezó a ir mas rápido, pude ver que el chico tenia los ojos color avellana, a diferencia de su pelo oscuro, corto y rizado, llevaba una camiseta blanca semi transparente con unos pantalones beige largos. Nos quedamos unos segundos mirándonos esperando a que alguno se apartase para poder pasar, fui a moverme cuando de repente escuché un crujido.

-Mierda

-¿Que? ¿estas bien?

-Yo si, mi vestido no

-¿Te ayudo? dijo mientras yo intentaba desenganchar el vestido de las ramas

-¡Joder!

Mi vestido se había rajado del lado derecho dejando visible parte de mi pecho. Escuché una risa,  el chico que acababa de conocer se estaba riendo de mi. No me podía estar pasando esto a mi, medio pecho descubierto y un chico riéndose de ello? lo normal es que se les caiga la baba al ver un pecho, no echarse a reir.

-Oye perdón, no era mi intención reírme.

Automáticamente mi cara cambió y le eché una mirada desafiante, iba a hablar pero antes de que pudiese abrir la boca dice

-Toma mi sudadera, es lo menos que te puedo dar después de haberme reído de ...

-No la quiero. Dije con un tono serio

-pero, ¿vas a ir.. así?

Mire la raja de mi vestido y tan solo cogí su sudadera.

Me puse su sudadera y pude oler perfectamente su perfume mi cara se relajo, dibujo una sonrisa y mis mejillas se sonrojaron.

-¿cuando te la devuelvo?

-Mañana en la fiesta de la playa de cala turqueta

-Pero, no tengo a nadie que me lleve, no puedo ir

-Donde vives?

-vivo a las entradas al puerto de ciudadela, ¿y tu?

-Yo vivo en cerca del faro

-Entonce vivimos al lado, ¿quedamos en la playa de sa farola?

-De acuerdo, adios, nos vemos alli a las 10

-A las 10



Cuando llegue a mi casa todas las miradas se centraron sobre mi.

-¿Que pasa? no pude evitar decir, sin acordarme de la sudadera.

-¿quien es el chico? dijo mi madre

-Mi cara se sonrojo y se puso tensa a la vez

-Mamá, no es nadie. mañana te contaré, me subo a mi cuarto, buenas noches.

-Mañana nos cuentas

-si papá...

-buenas noches




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⏰ Última actualización: Jan 03, 2024 ⏰

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