22.-Indirectas en Facebook, gritos y no-despedidas.

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El truco para sentirte mejor en un momento de depresión es encerrarte en tu habitación, encender la música en su más alto volumen y con tu laptop en las piernas publicar una fuerte indirecta en Facebook hacia la persona que te hirió.

Es lo que hago ahora.

Tocan a mi puerta, es mi mamá. Abre sin siquiera pedir permiso o esperar a que yo conteste. Me enoja.

-Susan, cariño-susurra, pero alza la voz al sentir como la música a todo volumen la opaca-¡Amor, vinieron a verte!

Parece interesante, por lo que le bajo volumen al reproductor.

-¿Quién?-pregunto, sorprendida y expectante.

Ella suspira y frunce sus labios-Uhm, Dylan.

Oír su nombre me provoca mariposas en el estómago todavía, pero cuando eso pasa llega un ácido fuerte que mata las mariposas.

Y recuerdo que estoy enojada con él.

-Ah,-contesto, indiferente-no gracias, no iré.

-Deberías ir allá, Susan-me dice ella.

-¡No lo haré, mamá!-espeto.

Ella frunce los labios otra vez, y baja la cabeza. Pareciera como si estuviese pensando algo muy profundamente.

-¿Irías si te digo que me suplico que lo dejara entrar con lágrimas en los ojos?-pregunta.

Diablos, me dio en el clavo.

Hago un puchero-Eso no se vale, mamá.

-Bien, bien-contesta-Sólo quise ser sincera contigo.

Yo no respondo y comienzo a pensarlo.

-Entonces,-dice-hay un chico lindo esperando por ti en la sala de tu propia casa. ¿Irás o simplemente serás cobarde y orgullosa?

-No estoy siendo cobarde y orgullosa-aclaro-Sólo estoy herida.

Ella asiente con la cabeza-Es un hecho. Entonces le diré que estarás allí en un momento.

Está por salir y yo la detengo con un grito-¡Mamá!

Se voltea-¿Si?

Yo la observo pensando en decirle que le diga a Dylan que yo le dije que quiero que se largue de mi casa, pero su semblante me ablanda-¡Ah! ¡Okey, sí!

Ella sonríe-Se lo diré.

Se va y yo me quedo en la habitación, dejo la computadora a un lado y me desplomo en mi cama. Me odio por esto, pero debo hacerlo.

►▼◄

Salgo a la sala luego de media hora, no es que me sintiera insegura. Sólo quiero darle a Dylan un escarmiento, nada personal. Tengo una camiseta gris puesta que dice "Fuck You" en letras blancas, así que es una indirecta muy directa para que él entienda todo lo que tengo que decirle. Me paro enfrente de él y me mira. Ninguno de los dos dice nada, así que sólo nos miramos fijamente por unos segundos, largos segundos.

La diferencia en nuestras miradas es que la de él es muy condescendiente y la mía es muy fría, para aniquilarlo de una vez.Es por ello que su mirada se aparta y voltea su cara para evitarme.

-Uhm, hola-dice.

-Como sea-contesto, cortante.

Me duele ver sus ojos cristalizados, pero también lo disfruto.

-¿Podemos hablar?-me pregunta.

-En realidad no podemos porque ni quería verte-digo-así que agradécele a mi mamá.

Mi Perfecto Idiota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora