Prólogo

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Jiwon llevaba por lo menos un año enamorada de Rei, su compañera de la infancia y actualmente una de sus mejores amigas.

Sí, su mejor amiga.

Pero ¿acaso la pueden culpar?

Naoi Rei era un completo encanto. Su cabello negro brillante, sus lunares, su personalidad, su inteligencia... ¡Todo en ella era fuera de este mundo!

Eventualmente, Jiwon no pudo evitar caer ante todo eso.

Desde que se dio cuenta de sus sentimientos hacia Rei, intentó mostrarse lo más tranquila posible, aunque lo cierto era que, el hecho de que le gustara una persona de su mismo sexo fue algo que no la dejó dormir durante varias noches. Incluso llegó a preguntarse si sus amigos la aceptarían de esa forma pero, la realidad era que el mundo ha cambiado. Eso era lo que menos debía importarle en ese momento.

Luego de pasar algunos meses intentando ordenar sus propios pensamientos, tomó el valor suficiente para decir que es lesbiana. Sí, puede que no fuera cien por ciento necesario hacer tal declaración, pues al fin y al cabo nadie debería cuestionar sobre su vida privada, ¿no es así? Pero para Jiwon era de suma importancia que sus seres queridos tuvieran en claro su orientación sexual.

Cuando dejó salir las palabras en medio de una reunión familiar, a la que también había invitado a sus amigos más cercanos, se sintió aliviada. Se le quitó un peso de encima cuando todos mostraron una buena reacción, incluso tuvo que contenerse de derramar lágrimas pues, finalmente, sentía que podría vivir el resto de sus días en total paz.

Aunque, todavía le quedaba otro asunto pendiente: superar el enamoramiento hacia Rei.

¿Por qué? Bueno, era un poco lógico. Jiwon no quería perder su amistad.

Su corazón se quebraría en mil pedazos si Rei llegase a apartarla porque no siente lo mismo que ella, si la perdiera para siempre.

Fue un 14 de febrero cuando su forma de pensar cambió.

Sí, catorce. Eso significaba día de tortura o, en otras palabras, día de San Valentín.

Verán, Jiwon nunca fue fan del día de San Valentín, tal vez porque el romanticismo no era lo suyo en lo absoluto, o quizás era porque la presión social por conseguir pareja se hacía más intensa en esa fecha, y eso le molestaba hasta lo más profundo de su ser.

—Jiwon-ah, ¿recibiste muchas cartas? —Jiung, su primo, le interrogó con curiosidad mientras almorzaban en la cafetería de la universidad.

La recién nombrada masticó el pedazo de pan en su boca lo más rápido posible para tragar y responder:

—Así es, oppa, ¿y usted?

—Sí, algunas —hizo una pausa, parecía tramar algo por la forma en la que la miraba y sus cejas se curvaban hacia arriba—. ¿Hay alguna persona en particular que te interese, Jiwonie?

Jiwon tomó otro pedazo de pan para mordisquearlo.

—¿A mí? No, para nada...

—¿De verdad? —la interrumpió—. Creí que alguien tan hermosa e inteligente como tú ya tendría pareja. —Jiung le sonrió con picardía y su grupo de amigos asintió estando de acuerdo con sus palabras.

—No lo creo... Es decir, tal vez hay alguien que me guste, pero estoy bien sola.

—Bueno, nunca te he visto salir con alguien más que con tus amiguitos de siempre.

—Tiene razón. Jamás te hemos visto de novia, ni siquiera hemos visto que alguien te guste de verdad —dijo quien, según recuerda, se llamaba Siyoung.

Bueno, eso era verdad. No había tenido pareja, nunca, pero estuvo a nada de aceptar la propuesta de una chica que no le gustaba solo porque su primo le había estado restregando durante la cena familiar de año nuevo que Jiwon sería la única de los menores sin pareja.

Al final no lo hizo, se regañó a sí misma por casi haberse dejado llevar por la presión del momento.

—¿Y eso está mal? —Esta vez, Jiwon tuvo que morder sus uñas cuando alejaron la bandeja con pan.

Mmmm, no, pero la vida es más emocionante cuando tienes a quien besar. —Jiung rio. Y como si quisiera demostrar su punto, se acercó a su novio, Intak, para darle un beso en los labios.

Sí, por eso odiaba el día de San Valentín. Siempre le recordaba su soltería.

Pronto el resto del grupo habló de lo hermoso que era estar acompañado de sus parejas, sobre cómo acurrucarse juntos era algo fascinante y otro par de cosas a las que Jiwon dejó de prestar atención.

Porque, claro, luego todos avanzaron y cambiaron de tema, pero ella no. Se quedó estancada al imaginarse a Rei sosteniendo su mano, y luego mirándola fijamente, dedicándole una bonita sonrisa para luego pedirle que la abrazara.

¿La presión social era parte de eso? Sí, pero la imagen ya se había instalado en su cabeza como si fuera un virus que sería difícil de expulsar. Jiwon se quedó emocionada y, de alguna extraña manera, motivada a dar el siguiente paso.

Debía decirle a Rei sobre sus sentimientos.

(───── I l v e y o u ─────)

—¡Rei! Ven aquí. —Jiung empujó a Jiwon hacia la pelinegra, quien recién llegaba a la cafetería para unirse a ellos—. Jiwon quiere decirte algo.

—¿Qué? ¿yo?

Tal vez no había sido buena idea contarle sobre su enamoramiento a Jiung.

Jiung la ignoró, y le indicó mediante gestos y señas que era hora de hablar. Jiwon se quedó petrificada cuando se encontró con la mirada de Rei.

Debía hablar, tenía que hacerlo, pero...

—¿No te parece que hace mucho calor? —dijo, y se arrepintió al instante.

Los chicos en la mesa, que fingían conversar pero que en realidad estaban muy atentos a las palabras de Jiwon, dejaron de hablar para poner su completa atención en ella, sin importarles ni un poco dejar atrás su papel de indiferencia.

Jiwon se arrepintió al último momento. Su motivación se esfumó en cuanto le comenzaron a sudar las manos por los nervios.

—¿Qué? ¿Calor? —dijo Rei, con un ápice de burla en sus palabras.

—Sí. Calor.

—Estamos en invierno, Jiwon. Sinceramente yo me estoy congelando hasta el...

—Cuida tus palabras —advirtió Keum, uno de sus compañeros, desde su asiento.

—Bueno, entendieron mi punto.

No. Esa no fue la única ni la última vez que Jiwon lo hizo. Intentó decírselo esa y muchas más veces y siempre terminaba diciendo algo completamente diferente a lo que realmente quería, las palabras no salían de su boca y su mente se ponía en blanco.

Jiwon quería confesarle a Rei sus sentimientos. Estaba enamorada, quería decirle "te amo", pero, ¿cómo lo haría?

I love u ⋆ LizReiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora